Santiago Pochat tenía 10 años cuando el 4 de junio de 1997 mataron a su padre Alfredo María Pochat, por ese entonces funcionario público, quien investigaba una serie de irregularidades en la sede de Anses de Mar del Plata.
Pochat fue asesinado de dos tiros por el esposo de la titular de la delegación local de ese organismo, a quien se acusaba de participar, junto con otros cinco empleados, en hechos de corrupción dentro de esta dependencia.
El padre de Santiago, que hoy tiene 25 años, dejó la vida luchando contra la corrupción. Por eso, desde 1999, se conmemora en la Ciudad de Buenos Aires al 4 de junio como el "Día de Lucha contra la Corrupción". Sin embargo, para el joven, fue una batalla perdida.
Perfil.com: -¿Creés que valió la pena?
-¿Él les hablaba de la lucha contra la corrupción?
-Éramos muy chicos así que no. Mi viejo era un tipo muy recto y eso es lo que imponía desde ese lugar. Honestidad y el bien común ante todo, en su trabajo y en casa.
-¿Cómo definirías a la corrupción?
-Cualquier conducta fraudulenta o deshonesta, usualmente aceptando regalos o coimas. Atenta contra el motivo por el cual esos funcionarios fueron elegidos/contratados como empleados públicos.
-¿Qué pensás de las investigaciones periodísticas, como las de Jorge Lanata, que hablan de corrupción?
-Creo que es importante. Si hay algo que aprendí de ver lo que dejo mi padre y la lucha de mi madre, es que hace falta poner a la gente en la tele para que la mayoría se despierte. También ayuda a proteger a los que investigan, se convierten en blancos mucho mas difíciles de atacar. Creo que la ridiculización y transformar a parte de las mismas en un show es una estrategia idiota que crea mas vacío de lo que genera atención. Distrae y no hace falta que sigan distrayendo.
-¿Son fundamentales o secundarias para la democracia de un país?
-¿Qué mensaje te dejó tu padre tras dar su vida en la lucha contra la corrupción?
-Que nunca hay que callarse la boca, que todo vale la pena aún incluso cuando signifique perder la vida.
-¿Es posible terminar con la corrupción de un gobierno?
-Imposible, es parte de la naturaleza humana, somos bastante débiles. Lo que se puede es humillarla hasta que el riesgo de obtener un beneficio personal no sea suficiente para cometer un acto de corrupción. Mostrar que esa gente realmente termina en la cárcel, que no vuelven 10 años después para ser Senadores porque le conviene al gobierno de turno.
-¿Qué opinión te merece la actual gestión nacional?
-En la superficie son divisivos y agresivos. Atacan porque no se pueden defender frente a las barbaridades que descubren. Hicieron cosas muy bien y horriblemente mal como la mayoría de los gobiernos desde la Dictadura. Pero hay una sensación de perpetuidad que atenta contra el funcionamiento normal de la democracia. En Argentina hace falta un periodo de ‘mea culpa’ general. Falta que todos asumamos nuestra responsabilidad en esto. Desde el que coimea para que no lo multen por no usar cinturón hasta el político que elige un contratista a dedo para construir un escenario con sobreprecios. Este gobierno tiene la culpa de perpetuar esa licencia para estafar a la que estamos acostumbrados – porque ellos hacen lo mismo que nosotros. Los que la votaron y los que no.
-En un tuit, hablaste de una lucha "en vano". ¿Te referías a la lucha contra la corrupción o que ese homenaje fue sin sentido?
-Ambos, es un pronunciamiento vacío. Igual que el salón en la ANSES que lleva su nombre. Esfuerzos siquiera de gente a quien no les importa por qué se murió.