Los magistrados del máximo tribunal penal de la Argentina consideraron que el juez federal que instruyó el expediente, Julián Ercolini, debía resolver un planteo de recusación realizado por los abogados defensores de los procesados antes de elevarlos a los acusados a juicio oral y público.
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Lo llamativo es que la misma Sala IV de Casación había confirmado en mayo de 2012 que Jaime y Cirigliano debían ser enjuiciados con los procesamientos del juez Claudio Bonadío. Pero con la tragedia de Once, la Justicia volvió a sortear la causa y cayó en manos de Ercolini, lo que abrió nuevas puertas de reclamo para los acusados.
De forma previsible, Ercolini rechazó la recusación y convocó a juicio oral, pero esa determinación fue apelada por los abogados de los acusados y aún está en trámite en la propia Cámara de Casación.
La causa se inició por una exhaustiva investigación del entonces titular de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA), Manuel Garrido, hoy diputado nacional de la UCR. Garrido descubrió ocho viajes que empresas del Grupo Cirigliano habrían pagado a Jaime, cuya función era la de controlar las concesionarias del empresario de transporte.
Los fundamentos. Los altos magistrados señalaron: "Lo hasta aquí expuesto asigna viabilidad al argumento desarrollado por la defensa en punto a que el auto de citación a juicio cuestionado fue dictado mientras se encontraba cuestionado el ejercicio imparcial de la administración de justicia, circunstancia que compromete en el caso por su naturaleza y alcance a la garantía de debido proceso", sostuvo el tribunal de Casación.
Por ese motivo, los jueces Borinsky y Hornos consideraron que la convocatoria a juicio oral efectuado en octubre del año pasado "no se presenta compatible ni ha sido fundado en el caso expresamente con el requerimiento de elevación de los autos a una instancia procesal superior con motivo del reclamado apartamiento del magistrado justamente a cargo del juicio plenario correccional".
En cambio, Claudio Cirigliano -al igual que su hermano Mario- y Jaime deberán afrontar un juicio oral a fin de año a o inicios de 2014 por la tragedia de Once. Los tres fueron procesados por "estrago culposo" y "administración fraudulenta".
