El Tribunal Constitucional español redobló la apuesta y suspendió de forma cautelar el pleno del lunes en el que el Parlamento de Cataluña tenía previsto declarar la independencia de la región tras el referéndum del domingo.
La decisión se dio luego de que el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, adviertiera que iban a terminar con el recuento de los votos del referéndum, y que -con los resultados en la mano- la semana que viene, iba a declarar la independencia. Además, volvió a pedir una mediación, aunque aseguró que no se desviará de la hoja de ruta secesionista, pese a la insistencia del presidente español Mariano Rajoy a que la región vuelva a actuar en el marco de la legalidad.
El presidente español había advertido este jueves que si la Generalitat continuaba con el rumbo, desataría "males peores". Horas atrás, el presidente catalán había dicho que pedirá al parlamento regional que se declare la independencia tras el referéndum; una consulta popular que según el Gobierno y el Tribunal Constitucional es ilegal y en el que sólo votó una minoría de los catalanes.
"Así no, usted ha decepcionado a muchos catalanes", le dijo Carles Puigdemont al rey de España. "Gente que esperaba de usted una apelación al diálogo y a la concordia", se lamento el presidente de cataluña en su mensaje público, 24 horas después del de Felipe VI.
"El Rey ignora deliberadamente a los millones de catalanes que no piensan como el Gobierno", sentenció. "No podemos compartir ni aceptar el mensaje del rey", aseguró, considerando que ignoró a "los millones de catalanes que no pensamos como él" y a las víctimas.