La Corte Suprema de Justicia de la Nación, objetivo de la última misiva de CFK, no emitió comentario sobre el tema, ni se prevé que lo haga. “Tiene lógica, por qué harían comentarios sobre una carta política”, reflexionó ante PERFIL una importante fuente del mundo jurídico.
Desde ese mundo analizaron lo que sucedió con la carta como consecuente con la situación judicial de CFK que, a un año de gestión, como se conmemoró en la víspera de la publicación, aún no obtuvo ningún tipo de alivio o mejora. Es más, precisamente por eso no fueron pocos los que también leyeron que el mensaje de la vicepresidenta fue más “para los propios” que para los miembros del cuarto piso del Palacio de Tribunales.
Allí residen seis planteos de la ex mandataria en torno del juicio de Obra Pública, el primero que la tiene en el banquillo de los acusados. Lo están desde hace más de un año y medio, sin novedades, lo que genera inquietudes en el oficialismo en general y en la vicepresidenta en particular. Apenas un movimiento de la Corte podría generarle alivio. Sin embargo, eso no sucede, a pesar de los lazos entre el oficialismo y algunas de las vocalías. Y es allí también donde muchos ven el enojo con los suyos, por la falta de resultados. “Pero el kirchnerismo nunca hace una autocrítica, siempre pega afuera”, completó otra fuente.
El edificio de la calle Talcahuano será también donde eventualmente confluyan todos los expedientes que involucran a Fernández de Kirchner. Y a lo largo de este año la Corte ya dio indicios de cuál es su postura en casos que involcucraron a ex funcionarios o dirigentes: confirmaron la condena de Luis D’ Elía por la toma de la comisaría de La Boca en 2004, ratificaron penas en tragedia de Once y rechazaron una variada cantidad de planteos. La última confirmación de condena fue la de Amado Boudou en Ciccone, poco antes de la misiva de CFK.
“Cristina insiste con el lawfare, que es una explicación política, que puede ser compartida o no, pero que quedó claro que en el mundo no tuvo éxito. Y que, además, claramente no tiene andamiaje jurídico”, consideró otra de las voces consultadas por PERFIL que sostuvo que “o está mal asesorada o no escucha”. “Además, mandan a hacer el informe del funcionamiento de la Justicia a un consejo en el que ponen a abogados como el de Cristina o Cristóbal López y en casi mil páginas no nombran lawfare. Es ridículo. Es como ser herrero y que tu hijo corte con cuchillo de plástico”, ironizó.
Esa lectura sobre falta de acuerdos y consensos al interior del oficialismo es a la que desde el universo jurídico le asignan responsabilidad en las discusiones por el procurador o por la reforma judicial. “Está todo trabado por las diferencias entre ellos. Falta diálogo y un pensamiento estratégico. Hicieron una estrategia para cooptar el Poder Judicial, y fracasaron. Cristina incluso se rige por una agenda pasada, porque en la carta parece que hablara desde 2013, cuando quiso la democratización de la Justicia, que terminó en la nada”.
En esa línea creen que CFK lleva su propio cronograma, al que luego de sus dichos, que sorprenden en el oficialismo, se suman otras voces. “Hace un mes en la carta de 9 páginas, se separó del Ejecutivo, ahora apunta a la Justicia, son juegos de tiempo, pero que sin autocrítica es raro que tengan éxito”, aseguran.