El inminente veto a la ley de emergencia agropecuaria, aprobada por "error" del Senado el jueves pasado, concitó críticas de amplios sectores de la oposición que advierten el peligro de que esta metodología se convierta en una costumbre presidencial después del 10 de diciembre cuando cambie la composición del Congreso. " Vetan una ley desfavorable al pensamiento único que pregonan y uno pone una luz amarilla sobre una posible estrategia", señaló a Perfil.com el diputado del GEN, Juan Carlos Morá, quien alertó que " hay que ver si este no es el primer paso a una vetocracia".
"Cuando uno ve que después del 28 de junio, el dialogo significa que no es ceder y sólo es una foto, cuando ve que el Indec sigue manejado por Moreno, que en el Consejo de la Magistratura no están dispuesto a darle independencia al Poder Judicial, que se promueven políticas focalizadas en vez de universales, que se prorrogan las facultades delegadas y aprueban los superpoderes es preocupante", ilustró el bonaerense, que reencausó la denuncia por asociación ilícita contra el matrimonio Kirchner.
Morán explicó que para conseguir que un veto del Ejecutivo quede sin efecto, la oposición debe reunir el 66% de votos, es decir que no alcanza con juntar 129 votos o 37 en el caso del senado. El diputado afirmó que este antecedente, de concretarse sería "preocupante" debido a "la legitimidad que tiene una ley unánime" y aseveró que si esta herramienta se vuelve usual "vamos camino a una vetocracia en 2010".
"Nosotros el 1 de marzo bajamos las retenciones 10 puntos, eliminamos las del trigo y la carne, por poner un ejemplo, aprobamos el ingreso ciudadano a la niñez, hacemos una reforma impositiva donde gravamos con más fuerza al juego y la presidenta lo veta, anula al Parlamento, porque nosotros [por la oposición] al 66% no vamos a llegar, y gobierna con las facultades delegadas", argumentó el diputado, que criticó la facultad del veto presidencial por considerarla "más propia del Príncipe que de una república".
En ese sentido, el jefe de Bloque de la Coalición Cívica, Adrián Pérez expresó que “Si la Presidente se atreve a contrariar la voz unánime del Congreso, es lícito preguntarse por la suerte que correrán las leyes que se aprobarán luego del 10 de diciembre producto de la nueva composición del Parlamento". Además, señaló que espera que "el Gobierno no esté pensando en fomentar un conflicto de poderes permanente en los dos años que le quedan de mandato”.
En ese mismo sentido, el titular del bloque PRO, Federico Pinedo, fue optimista: "Tenemos esperanza en que la Presidenta vuelva a analizar la situación y reglamente la ley, lo cual sería de mucha ayuda para muchas familias de la provincia de Buenos Aires que padecieron importantes pérdidas", manifestó en otro comunicado.
La polémica decisión, adelantada esta mañana por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y apoyada por varios gobernadores, entre ellos Daniel Scioli, unió también a los diputados provinciales bonaerenses Ramiro Tagliaferro y Jorge Macri (Pro), Maricel Etchecoin Moro y Walter Martello (ARI/CC), Gustavo Zuccari y Ricardo Jano (UCR), Jorge Cravero (Gen), Arata Rodolfo (La Concertación) y Ramiro Gutiérrez (Unión Celeste y Blanca), que recharzaron el veto.
Los legisladores provinciales esgrimieron que si CFK veta la ley habrá demostrado "una vez más que no ha podido interpretar el mensaje de las urnas" ya que "el pueblo argentino no quiere más medidas basadas en revanchismos contra el sector agropecuario ni el desprecio a las instituciones de la República".