Luego de cerca de 12 horas de debate, la oposición logró rechazar en Diputados el polémico decreto presidencial 298/2010, que crea el Fondo de Desendeudamiento Argentino. La votación se resolvió inicialmente con 140 votos en contra del DNU, 93 a favor y 6 abstenciones. La proxima instancia es la pulseada sobre reabrir o no el debate sobre el Presupuesto aprobado en diciembre pasado.
El impacto político de la decisión de la Cámara Baja aún está por verse: para muchos opositores, el rechazo del DNU "por su nulidad absoluta" no precisa de tratamiento en el Senado. Esa fue, por ejemplo, la interpretación de Elisa Carrió, posición que compartían el peronista federal Felipe Solá y el macrista Federico Pinedo. Pero el radical Ricardo Gil Lavedra marcó distancias al opinar que la ley vigente establece la necesidad de que el rechazo sea de parte de las dos Cámaras del Congreso, aún cuando se hable de "inconstitucionalidades".
En rigor, es muy posible que el tema termine también en manos de la justicia. Obviamente el kirchnerismo exige que el tema pase al Senado, ya que allí podría (con los fluctuantes votos de Menem, la santafesina Roxana Latorre o del pampeano Carlos Verna) dar vuelta la historia.
"Ha sido un larguísimo debate en un tema trascendente para el país y creo que esta Cámara ha estado a la altura de las circunstancias, salvo contadísimas excepciones", dijo en su discurso el radical Oscar Aguad, que cerró la posición opositora. "Tenemos que dejar el pasado para los historiadores, porque la obligación es solucionar los problemas del presente y proyectar el futuro", agregó. "El error de inaugurar las sesiones ordinarias diciendo que se va a mandar un DNU para saltear ese Congreso tiene costo, es ese error el que ha causado toda esta situación y lo tiene que afrontar el Gobierno", precisó. El jefe de la bancada radical recalcó que "las reservas de las que habla el Gobierno como mérito no son de costo cero, si el Gobierno hubiera atesorado todos los fondos que ingresaron por comercio exterior hoy tendría 80 mil millones de dólares, donde están los 40 mil millones que faltan". "El gobierno no es el dueño de las reservas", enfatizó. "Dicen que no tenemos propuestas, esta es nuestra propuesta, discutamos los problemas de fondo, cómo generar riqueza para que todos los argentinos puedan vivir dignamente, queremos pagar la deuda, queremos salir del default, pero no queremos inflación y este Fondo de Desendaudamiento es para volver a endeudar a la Argentina", concluyó.
"Estamos orgullosos de todo lo que hace e hizo nuestro Gobierno", replicó Agustín Rossi, desde la bancada oficialista. "Vamos a salir del default, con la oposición o sin la oposición, como decía la Presidente el 1 de marzo, en 2009 nos salvó el fuertísimo mercado interno, y esa es la diferencia con la derecha liberal, una derecha que quiere que se gaste poco en gasto social, a nosotros no nos averguenza gastar mucho, porque queremos un estado de bienestar". "Todos los dìas la oposición habla de que la Argentina va mal, que va a fracasar esto, que esto, que aquello, y no es así, el argentino medio está más que contento con este Gobierno y la verdad, no podrían elegir un peor día para esta votación: le estamos diciendo al mundo vengan al canje, que vamos a honrar las deudas y al mismo tiempo, los diputados votan que el Gobierno no use las reservas para pagar esa deuda, deuda que nosotros no generamos, es de una irresponsabilidad institucional inaudita", graficó. "Nos vamos contentos con el debate, pero nos vamos tristes porque esta Cámara mañana le va a dar una mala noticia a todos los argentinos", concluyó.
Ayer poco después de las 15, la oposición logró sortear el límite del quórum con un número superior a las 129 diputados necesarios para iniciar el debate, luego del papelón de la semana anterior en que vio naufragar la intención de sesionar. Con 136 presentes, el presidente del cuerpo, el kirchnerista Eduardo Fellner, dio por iniciada la sesión, convocada además para establecer la nulidad del DNU 298 y un proyecto de resolución para pedir la reapertura del presupuesto 2010. Una vez conseguido el quórum, los legisladores oficialistas y aliados comenzaron lentamente a ingresar al recinto.
Llamó la atención que el oficialismo eludiera la discusión sobre la necesidad de los dos tercios para habilitar el tratamiento del decreto, ya que no existe dictamen de la comisión bicameral de seguimiento de los DNU, como consecuencia de la reconocida disputa entre oficialistas y opositores por la composición de la misma. La conducción de la bancada del Frente Para la Victoria-PJ eligió evitar una derrota segura y temprana por votación y, por ello, dejó de lado esa discusión para prolongar el tiempo de la definición para la madrugada, hasta por un interés mediático: cuánto más tarde, menos impacto en los diarios de hoy.
Al inicio, el radical Rubén Lanceta expresó el rechazo de su bloque al DNU 298 porque cuando se firmó "no hubo necesidad ni urgencia", aunque admitió que la política debe dar "la discusión de fondo para definir si se pueden usar las reservas, o una parte". La kirchnerista Diana Conti salió al cruce y recordó que "la comisión bicameral de trámite legislativo" fue creada "por audacia" de la entonces senadora Cristina Fernández en 2006, "luego de una demora para nada audaz de este Congreso". Recordó Conti que la bicameral, que en este caso todavía no pudo emitir dictamen sobre ese DNU por discrepancias entre oficialistas y opositores respecto a su composición, emitió en estos años 65 dictámenes, muchos de ellos "emanados de gobiernos anteriores" al kirchnerismo. Apuntó a la UCR al asegurar que muchos de esos decretos "cercenaban derechos" y en la actualidad varios de los integrantes de ese bloque evitan recordar "las acciones de sus correligionarios cuando estuvieron en el lugar de Cristina Fernández". También fustigó "la judicialización de la política" que a su entender tuvo "efectos nocivos" para el país, como el aumento del riesgo país, y abogó por el aval al decreto y enfatizó: "Si don Raúl (por Alfonsín) despertara moriría de nuevo al escuchar a algunos de sus correligionarios".
Solá defendió el rechazo del decreto y precisó que con ello "estaría en peligro el gasto discrecional en el margen del Presupuesto total" por parte del Gobierno y explicó que en el país "las provincias cada vez reciben más de gasto discrecional y menos de transferencias automáticas".
En tanto, Elisa Carrió hizo una larga explicación técnica sobre la posibilidad de aplicar la nulidad del decreto y comparó esta situación con la derogación de la leyes de Obediencia Debida y Punto Final y afirmó que en esa ocasión y con similares argumentos coincidieron con ella los entonces senadores Vilma Ibarra, Jorge Yoma y Cristina Fernández. "Este decreto es nulo de nulidad absoluta e insanable porque el Congreso estaba funcionando, la deuda no vencía, porque pedimos sesiones extraordinaria y este decreto es igual que el 2010", argumentó la chaqueña.
Los diputados Proyecto Sur, con sus aliados del SI y el Movimiento Libres del Sur expresaron el rechazo a la decisión presidencial, pero reclamaron la investigación parlamentaria de la deuda, mientras que lo propio hizo el bloque del GEN de Margarita Stolbizer.
Claudio Lozano, por su lado, cuestionó al banco Barclays y sembró dudas sobre la actuación en la operación de canje de la empresa Arcadia y vinculó a funcionarios nacionales con esa firma como el ministro Amado Boudou, el ex jefe de gabinete Sergio Massa y el actual titular de la Anses, Diego Bossio.
Por su parte, Vilma Ibarra, aliada del oficialismo, señaló que la Cámara sólo podía rechazar o aceptar el decreto, pero de ninguna manera votar su nulidad, porque se trataba de cuestiones que implican medidas judiciales para su determinación y propuso que sólo se podría avanzar en ese sentido cuando hay "nulidad manifiesta como la falta de la firma de la Presidenta o se tocan temas vinculados a impuestos, partidos políticos, leyes electorales o penales".