POLITICA
Mal manejo de la crisis del campo

La prensa española criticó la relación de Cristina con los medios: “El gobierno argentino busca controlar el kiosko”

“La popularidad de la presidenta argentina se hunde en tres meses”, es el título que da el diario El País en el que afirma que la mandataria “se burló de los manifestantes" del campo.

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| Cedoc

Un artículo que publicó esta mañana el diario El País critica duramente el manejo que hizo la presidenta Cristina Fernández de la crisis del campo y, sobre todo, su relación con la prensa.

El gobierno argentino busca controlar el kiosko con el relanzamiento de un Observatorio de Discriminación en los Medios, una iniciativa que ha disparado las alarmas en el mundo periodístico argentino que ayer (...) denunció que la Presidenta quiere controlar el periodismo para adocenarlo”, dice la nota de El País, titulada “La popularidad de la presidenta argentina se hunde en tres meses”.

El corresponsal del diario en Buenos Aires, Jorge Marirrodriga, recuerda además que desde que Néstor Kirchner asumió como presidente en el 2003 nunca dio una conferencia de prensa, y optó en cambio por hablar “directamente al pueblo”, y que Cristina no dio ninguna entrevista desde que accedió a la Presidencia.

“El índice de popularidad de Fernández se ha desplomado al 23%, especialmente después de que los argentinos vieran cómo la presidenta se burlaba de los manifestantes y premiaba al líder de los grupos de choque oficialistas, Luis D’Elía”, sostiene el matutino.

Con respecto a la relación con la prensa, el artículo resalta el informe de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en el que se criticó la cobertura de los medios del conflicto con el campo. Sin embargo, dice El País, no se hizo referencia a que “Télam no transmitió un solo cable sobre las protestas contra la presidenta en la primera noche del cacerolazo”, hecho que motivó que Perfil.com dejara de utilizar el servicio de la agencia oficial.

En este sentido, destaca la solicitada que publicó ayer la Asociación de Entitdades Periodísticas (ADEPA) que califica a la intención del Gobierno de controlar a los medios de “superflua, anacrónica y perversa”.