La Procuración General de la Nación salió con los tapones de punta contra el fiscal José María Campagnoli por su denuncia de hostigamiento a su personal y posterior mudanza para que trabajen "en un archivo".
El organismo que dirige Alejandra Gils Carbó desmintó la información "ante las intencionadas versiones acerca de supuestos hostigamientos".
Según el comunicado, "los trabajadores de la Secretaría de Investigaciones Penales desarrollaban sus tareas en dependencias correspondientes a la Fiscalía de los barrios de Saavedra y Núñez dado que ambas se encontraban a cargo del mismo fiscal, José María Campagnoli. Con la suspensión de su titular, cesó la razón para mantener a la SIPE en esas dependencias".
Por esa razón "se decidió que las siete personas que se desempeñaban en la SIPE en Saavedra pasaran a desarrollar las mismas tareas en el edificio donde funciona la Dirección General de Investigaciones de Delitos con Autor Desconocido, a cargo desde 2001 del Director General Norberto Sagretti, funcionario que, en la estructura actual de la Procuración General de la Nación, es el responsable de coordinar la SIPE"
Además, señalaron que las personas "trabajarán en un piso acondicionado a tal efecto. No se trata de un 'archivo', ni de una dependencia aislada como se ha intentado presentar". El comunicado continuó: "En síntesis, en la implementación de esta medida no ha habido hostigamiento ni persecución de ningún tipo hacia los trabajadores, así como tampoco se afectaron fuentes de trabajo, ni se produjeron cambios en las funciones asignadas. Todos los empleados y funcionarios mantienen los mismos puestos de trabajo y las mismas tareas".
Enojo. Por su parte, la fiscal Cristina Caamaño, reemplazante de Campagnoli en la fiscalía rechazó las acusaciones y denuncias de los legisladores Elisa Carrió y Fernando Sánchez sobre las supuestas amenazas contra el personal del exfiscal. Dijo que no se trató de un "desalojo", sino de una "mudanza" relacionada "con la función que cumple esa secretaría".
Además, señaló que algunos miembros del equipo de trabajo de Campagnoli utilizaron sus cuentas de Twitter para insultarla y que por ese motivo le envió un oficio a Gils Carbó para ponerla al tanto del asunto. "Me trataban de obsecuente y de ladrona, me han dicho de todo", sostuvo en diálogo con Infobae.
Caamaño denunció que realiza su trabajo en "un clima hostil". "Si se va la gente del SIPE, la fiscalía va a tener menos presión, yo entiendo que ellos sean solidarios y que lo quieran a Campagnoli, porque se formaron con él y lo extrañan, pero hay mucha hostilidad hacia mí", se quejó.
La flamante fiscal se refirió a la investigación sobre el empresario Lázaro Baéz que llevaba adelante Campagnoli: "No es cierto que yo llegué por esa causa a la fiscalía. Se dijo cualquier cosa", sostuvo, y agregó: "La causa Báez hacía dos meses que estaba en el fuero federal, se la habían sacado a Campagnoli dos meses antes de su destitución".