Costantini afrontó la ardua tarea de reducir el extraordinario déficit de la línea de bandera, pero evitó hacer cirugía mayor contra el personal. La sensibilidad de la exCEO de General Motors, sin embargo, no la salvó de lidiar con los reclamos y paros de los distintos gremios que regulan la actividad laboral aérea.
Los sindicatos de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Asociación de Pilotos de la República Argentina (APLA), Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), entre otros, con diferentes reclamos y en diversas oportunidades minaron la gestión al exponer su capacidad de convertir un aeropuerto en un caos. Asambleas, advertencias y paros, fueron las recetas más utilizadas.
La exejecutiva de General Motors fue muy crítica de la gestión camporista de Mariano Recalde y llegó a afirmar, en la mesa de Mirtha Legrand, que Aerolíneas Argentinas "no ha sido gestionada desde la administración, fue administrada desde lo político y uno ve las falencias en los números, que son muy negativos". Esos mismos números que debía recortar al máximo para eficientizar una compañía al compás de las exigencias del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y las espadas económicas Lopetegui y Quintana.
Según indicó La Nación, la renuncia de Costantini terminó de cocinarse en la tarde de este martes tras una reunión con Dietrich. Luego de intercambiar opiniones sobre los números de la empresa, el ministro le puso sobre la mesa dos opciones: la renuncia o mantener una función institucional.
La profesionalización del plantel de Aerolíneas, agilización de los procesos internos, el trabajo en equipo, la constante negociaciónfueron los pilares de la gestión Costantini. Sin embargo, la alta vara de los funcionarios ante los magros resultados en el achique del déficit fueron decisivos. La renuncia de Costantini estuvo acompañada por la de su hombre de confianza y exvicepresidente de la empresa, Manuel Álvarez Trongé, y el director de recursos humanos, Daniel Maggi, responsable de rubricar las paritarias.
La extitular de Aerolíneas se despidió de la empresa, según el comunicado oficial, por "motivos personales", pero -meses atrás- en un almuerzo en la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE) había enviado señales adentro y fuera de la empresa: "El día que los empleados no me quieran voy a ser la primera en irme". Los empleados, según pudo recoger Perfil de al menos dos sindicatos, tienen un buen concepto de su gestión. Macri y los miembros de su Gabinete, ¿la habrán querido?. Todo indica que no.