"La presidenta Kirchner es no sólo una gran amiga mía, sino también de Estados Unidos". Las palabras del presidente estadounidense Barack Obama, tras la reunión bilateral que tuvo con la mandataria argentina hoy en la Cumbre del G-20, esconde muchos cambios recientes en la relación de ambos países. Una relación que venía muy tensa en los últimos meses y que parece haberse relajado tras las elecciones del 23 de octubre pasado, que le dieron a Cristina una reelección contundente.
Un dato clave: no sólo la mandataria se muestra más abierta al diálogo con el gran país del norte, sino que sus otrora voceros para despotricar contra Estados Unidos están silenciados, de repente. Esto es: no es casual que por estos días no se escuche las voces del canciller Héctor Timerman ni del jefe de Gabinete Aníbal Fernández, que hasta hace unos meses salían a enfrentarse con el país que gobierna Obama a raíz del conflicto diplomático desatado por decomiso de un avión estadounidense que intentaba ingresar armas, medicamentos y equipos de comunicación no declarados a nuestro país.
La disputa se desató en febrero, y tanto Timerman como Fernández salieron al cruce de las autoridades norteamericanas, lo que generó malestar en la administración de Obama. "Las leyes argentinas deben ser cumplidas por todos sin excepción", dijo una y otra vez el Canciller, quien hasta por esos días denunció que la Policía Metropolitana del gobierno porteño recibe "cursos de tortura" financiados por Estados Unidos.
Por su parte, Aníbal F. hizo lo propio con su habitual estilo, y hasta exhortó hoy al Departamento de Estado de los Estados Unidos a "pedir disculpas" por la "situación delicada" que generó la llegada de un avión militar de ese país con parte de su carga no declarada y advirtió que los argentinos están más dispuestos que "nunca a defender la soberanía".
"Defender la soberanía", palabras parecidas a las que también usó por esos días la mismísima Presidenta, hoy convertida en "gran amiga" de Obama y de Estados Unidos. Cristina Fernández, incluso, llegó convocar a la ciudadanía a "defender la soberanía nacional" y dejó en claro que quien toma las decisiones "es el presidente desde la Casa Rosada" sin imposiciones de "nadie desde ningún lugar".
"Nosotros creemos -en el marco de nuesra soberanía, que estamos convencidos más que nunca a defenderla-, que tenemos que hacer cumlir la ley: no declararon (ciertos elementos), no lo pueden ingresar a nuestro país", dijo la mandataria en febrero pasado.
Obama, en tanto, rompió el silencio en marzo e hizo conocer su malestar por el decomiso del avión. "Ellos tienen algunos de nuestros equipos de comunicación. No hay razón para no devolverlos. Y la próxima vez que vea a la presidente Kirchner le voy a preguntar: '¿Podemos recuperar nuestro equipamento?'", manifestó, durante una entrevista con el diario de Miami El Nuevo Herald.
Por estos días, en tanto, la Casa Blanca votó en contra de que nuestro país obtenga créditos internacionales, como represalia a nuestro país porque se resiste a pagar 250 millones de dólares que adeuda a dos empresas norteamericanas, incluso después de un fallo internacional favorable.
Pero lejos del habitual enfrentamiento, Cristina bajó el tono y hasta aceptó la reunión bilateral que el propio Obama le había solicitado luego de su contundente triunfo en las elecciones. Con ella, Timerman y Aníbal F. mantienen el perfil bajo. Y ahora ambos mandatarios posan para la foto y hablan de una "gran" amistad.