El juez federal Claudio Bonadio ordenó la detención de Gerardo Ferreyra, dueño y vicepresidente de Electroingeniería, una de las firmas que más creció durante el kirchnerismo, y de Javier Sánchez Caballero, ex gerente general de IECSA, la empresa constructora que perteneció a la familia del presidente Mauricio Macri. Fue en el marco de un megaoperativo contra funcionarios K.
Sánchez Caballero es ingeniero industrial del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), donde se recibió en el año 1978. De la mano de Franco Macri, catapultó su carrera hasta lo más alto.
En 2002, cuando el padre del presidente Mauricio Macri era el dueño de la constructora, Sánchez Caballero fue nombrado gerente de Desarrollo de Negocios y desde entonces no paró de crecer en la conducción de la empresa. Hasta el año pasado, cumplía un rol central, tal vez el más relevante, en la compañía que era del primo presidencial. Durante años fue el dueño de los contactos y el responsable de lograr los contratos y licitaciones de la constructora.
Reuniones, e-mails y un arrepentido señalan a ejecutivos de Iecsa y Odebrecht
En marzo del año pasado había quedado envuelto en el escándalo del pago de coimas de la brasilera Odebrecht. Los investigadores brasileños están seguros de que el ejecutivo argentino cumplió un rol en los pagos ilegales para conseguir la licitación del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. Ahora, suma nuevos problemas en la Justicia tras la decisión de Bonadio.
Por su parte, Ferreyra es dueño y vicepresidente de Electroingeniería, la empresa del universo de negocios K que se impuso en la licitación de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz. La compañía logró crecer desde Córdoba hasta convertirse en un holding que logró multiplicar su facturación por 10 en la década kirchnerista.
Ferreyra era clave en la sociedad por su vínculo con Carlos Zannini, el ex secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, a quien conoce desde sus días en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) en la década del 70. El Chino militaba en Vanguardia Comunista, y ambos llegaron a estar presos juntos durante la dictadura.
