Aunque no hay demasiadas precisiones sobre cuál será el plan de gobierno de Cristina Fernández si accede a la presidencia, algunas claves de ese programa pueden encontrarse en el proyecto de Presupuesto 2008, que contempla una cifra récord de los gastos secretos que se utilizarán para las tareas de inteligencia de la SIDE y los ministerios de Interior y Defensa.
La partida que pidió el presidente Néstor Kirchner para dejarle a su esposa prevé un aumento del 35 por ciento de las partidas secretas que se destinan para espionaje: el Jefe de Estado quiere la cifra récord de 627 millones de pesos para la caja negra de los espías.
Se trata del mayor fondo destinado a gastos secretos desde que se sancionó la Ley de Inteligencia en 2002. La cifra es incluso superior al aumento que el Gobierno planea para Educación y Salud y equivale a todo lo que se destinará al Parlamento.
Por otra parte, esta semana, entre los propios hombres del Gobierno, cobró mucha fuerza la versión de que quien manejaría esos fondos sería el ex delegado de Perón Juan Manuel Abal Medina, que se haría cargo de la Secretaría de Inteligencia del Estado.
Abal Medina se reunió en los últimos días con el jefe de los espías, Héctor Icazuriaga y, de un momento a otro, se reencontrará con el Presidente.