Aprovechando la tensión entre Hugo Moyano y la Casa Rosada, los municipios del Gran Buenos Aires empezaron a estudiar sistemas alternativos a la recolección de residuos, algo que les demanda más del 30 por ciento del presupuesto. La medida, de concretarse, afectará a una empresa vinculada al sindicato de Camioneros, Covelia.
El primer conflicto estalló en Quilmes. Covelia tenía la concesión de la basura prorrogada hasta agosto. Ante el vencimiento del contrato, la firma suspendió a sus 400 empleados, porque no sabe si ganará otra vez la licitación. De todos modos, ya perdió un negocio más pequeño. Francisco Gutiérrez, el intendente K de Quilmes, decidió municipalizar el barrido, que hasta ahora estaba en manos de los camioneros. A esa comuna, cada empleado que se dedica a la recolección y el barrido le cuesta 20 mil pesos mensuales.
Para el barrido tienen 130 personas. “Si Covelia los quiere reubicar, bien. Si no, nosotros los tomamos, pero a la mitad del salario. Los municipales no ganan como ellos”, especificaron desde el entorno de Gutiérrez. Y advirtieron que si la licitación quedara desierta ellos están dispuestos a hacerse cargo del servicio.
Una versión que circuló ayer indica que el ministro de Planificación, Julio de Vido, alentó a los intendentes del Conurbano a sacar a Covelia del negocio de la basura, es decir, pegarle a Moyano donde más le duele. Sin embargo, la versión sólo es sustentada por una carta que escribió Pablo Moyano, uno de los hijos del líder de la CGT, en la que asegura que el Gobierno se ofreció a comprar camiones de recolección para reemplazar los de Covelia.
Hace un mes, Cristina Kirchner reunió en Olivos a varios intendentes del Gran Buenos Aires. Les pidió que avanzaran con la sintonía fina en la basura. Es decir, ajustar los gastos de ese servicio, que es impresionante. La municipalización es una alternativa difícil de llevar a la práctica por los recursos que insume. Pero un sistema mixto, tal como el planteado por Quilmes, es una posibilidad.
Uno de los primeros intendentes en poner este conflicto sobre la mesa fue Fernando Gray, de Esteban Echeverría. A poco de asumir, en 2007, se negó a convalidar el aumento del canon que se le pagaba a Covelia, que había sido pactado con la gestión anterior. Sufrió un paro de recolectores de 12 días. Lo que dijo en su momento Gray fue que la empresa era de los Moyano y además agregó que le demandaba mucho dinero la recolección de basura, principalmente por los altos salarios de los trabajadores.
La sintonía fina no se le exige sólo a los intendentes. También a los gobernadores. La Casa Rosada obligó, por ejemplo, a Daniel Scioli a impulsar el revalúo inmobiliario rural por decreto. Y a achicar los gastos para poder pagar los aguinaldos de los estatales.
La presión va para todos. El Gobierno nacional busca tercerizar el ajuste. Ante el aumento de las tarifas de luz en Salta y Buenos Aires, el ministro de Planificación, Julio de Vido, anunció que por cada peso que se aumentara el servicio, le quitarían a esas administraciones un peso de subsidios. Por eso, para los jefes comunales es primordial recortar gastos. Entre la basura y los sueldos, los jefes comunales consumen el 70 por ciento de sus presupuestos. Es una situación insostenible en el tiempo.
La embestida a Moyano es un contexto favorable para modificar el sistema de recolección de basura. El jueves, la propia Presidenta, Cristina Fernández, fue la encargada de embestir contra el líder de la CGT. Lo calificó como saboteador. Cuando la jefa de Estado decide librar una batalla suele ir a fondo. Así quedó plasmado en la pelea con el campo y en la disputa contra el Grupo Clarín.
Camioneros, en alerta. El Sindicato de Camioneros advirtió ayer que marchará el lunes a la Municipalidad de Quilmes, por el conflicto de la basura. Es que hay 400 empleados suspendidos. La administración de Francisco Gutiérrez precisó que en rigor, las suspensiones fueron hechas por Covelia y dio a entender que se trata “de una medida de presión para que se le otorgue nuevamente la concesión del servicio”.
Fuentes del gremio explicaron a PERFIL que para ellos “la municipalización es inviable”. “El anuncio de De Vido es pura espuma. Si avanzan con la municipalización, nadie va a levantar la basura”, indicaron. Y lanzaron una amenaza. “Nosotros ya demostramos que con un paro de combustibles podemos parar el país. Con la basura pensamos hacer lo mismo”, precisaron. Desde el municipio dijeron que existe una línea muy delgada entre Covelia y el Sindicato de Camioneros. Y que cuando los Moyano dicen que defienden a los trabajadores, en realidad sólo “defienden a los trabajadores de Covelia”.
En el gremio, contaron a PERFIL que por ahora no profundizan las medidas porque no creen que la embestida llegue lejos. En el municipio aclararon que si Covelia se vuelve a presentar y hace la mejor oferta le adjudicarán el servicio.
(*) Investigación publicada en la edición impresa de Diario PERFIL del último sábado.