Una reunión de cuarenta minutos en tono cordial le sirvió a Daniel Scioli para obtener el aval de Cristina Fernández de Kirchner para endeudarse. El gobernador bonaerense ya tenía la autorización de la Legislatura, pero como la provincia está adherida al pacto fiscal –como casi todas–, necesita el consentimiento del Gobierno nacional.
De este modo, Buenos Aires podrá emitir un bono para pagar sin sobresaltos el medio aguinaldo de diciembre, obsesión de todos los funcionarios de la Gobernación. Después de estar a solas con la jefa de Estado (el encuentro fue hace dos jueves), el gobernador se reunió con el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, para ajustar detalles.
El Gobierno nacional decidió bajar la presión sobre el mandatario provincial por una cuestión de imagen. Cristina asumió que cada vez que critica a Scioli baja en las encuestas mientras que él permanece imperturbable.
Es ésa, también, la razón por la cual la Casa Rosada ordenó a Gabriel Mariotto, el vicegobernador, bajar los decibeles en su crudo enfrentamiento con el mandatario. Hace rato que el ex titular del Comfer dejó de embestir contra el sciolismo y de armar agendas paralelas para minarle el territorio bonaerense.
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