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La última "patriada" de Alberto Fernández

El jefe de Gabinete entrega sus últimas fuerzas a tratar de dividir a las cuatro entidades del agro. La paradoja que lo puede llevar a ser la solución final del conflicto.

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| Cedoc

Alberto Fernández es un caradura. Y ésto, que lo sabe todo el mundo, indigna a mucha gente. Pero también ese ha sido su gran mérito desde que ingresó a la política. Cuando Fernández sabotea una reunión esperada por medio país para solucionar el conflicto que desangra a la economia nacional, sólo cumple con lo que le pide su(s) jefe(s).

Fernández siempre usó su caradurez como mayor herramienta política. En 1983, cuando la mayoría de los jóvenes se inclinaba por la UCR o el PJ, el joven Alberto se metió  en el bolsillo a Alberto Assef, un admirador de Seineldín,  que presidía el Movimiento Nacionalista Constitucional. Assef quedó maravillado con la verba del estudiante de Derecho y le dio lugar al frente de la juventud del partido. Fernández siempre niega este debut poco progresista. Pero ya se sabe: nuestro jefe de Gabinete es un gran mentiroso.

Por eso, Kirchner lo pone al frente de la (no) negociación con el campo, y Fernández pone lo mejor de sí: ensucia la cancha, habla para la tribuna y les moja la oreja a los rivales. Su carrera siempre ha sido la lealtad total hacia cualquiera (Menem, Duhalde o Cavallo), mientras tuvieran algo de poder. Aunque su tarea de incendiar a los ruralistas le salga bien, es su última ''patriada'' para los Kirchner. Después, de las mentiras y dilaciones, de aumentar la tensión social y de hacerse el distraído, Alberto Fernández tomará otro rumbo.

Y no es porque los Kirchner desconozcan la capacidad de embauque de Alberto, sino por el desgaste natural de un funcionario que encarna lo peor del político argentino: nunca le fue bien en los negocios privados, siempre vivió del Estado y vive como un empresario exitoso.

Su estrategia para dividir al campo, en base a ninguneos y a power points, no servirá de mucho, pero él se ha puesto fecha de vencimiento. Cuando el conflicto termine, aun en una victoria pírrica para el Gobierno, ésta será la última ''patriada'' de Alberto.

* Editor General de Perfil.com