Distendido, entre un asado y charlas con su equipo, Horacio Rodríguez Larreta tuvo ayer su primer día de veda a horas del ballottage porteño que decidirá si se transforma en el próximo jefe de gobierno.
En lo que, según suponen en el PRO, será un fuerte impulso a la candidatura presidencial de Mauricio Macri, en el entorno del alcalde porteño se mostraron ayer muy confiados en obtener una victoria mayor de diez puntos que les permita festejar con la idea clara de nacionalizar la victoria.
Por ello el jefe de gabinete porteño pasó ayer parte del día con Macri, con quien compartió la mesa del mediodía –también lo hizo con los colaboradores de ambos y funcionarios del Gobierno– entre cortes de ternera y algunas achuras.
El jueves Larreta cerró su campaña en el barrio de Belgrano junto a su candidato a vice, Diego Santilli (quien arrancará la semana que viene unas minivacaciones con su mujer, Analía Maiorana). Hoy pasará el día junto a su familia: sus hijas Manuela (19) y Paloma (13) y su mujer, Bárbara Diez, que está embarazada de cuatro meses a la espera de otra hija.
A diferencia de lo que ocurrió durante la campaña para las PASO, cuando Manuela militó con su mesa en una esquina y hasta le organizó un par de eventos proselitistas, esta vez Paloma tomó la posta y lo acompañó de manera fiel en el último tramo de la campaña, e incluso estuvo el jueves por la noche en los estudios de América para ver, detrás de escena, su participación en el ciclo Intratables.
Además, hoy intentará no perderse el partido de Racing, que jugará en su estadio contra Sarmiento de Junín. Larreta manifestó intenciones de estar presente en el estadio en un compromiso que, a priori, le permitiría festejar.
Larreta llegará mañana al búnker instalado en el predio de Costa Salguero cerca de las 20, junto a toda su familia. Allí lo esperarán sus funcionarios más cercanos: el jefe de campaña, Fernando de Andreis, que por estos días disfruta de su nuevo hogar en Palermo; Eduardo Macchiavelli, actual secretario de Atención Ciudadana y luchador incansable para quedarse con un ministerio en el próximo gabinete; el ex Citibank y hombre de confianza de Larreta, Franco Moccia, alguna vez apodado públicamente “arma secreta”; el subsecretario de Transporte, Guillermo Dietrich; la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y Augusto Rodríguez Larreta, hermano e incondicional asesor durante toda la campaña del jefe de gabinete porteño.