Esta tarde, a las 18.03, en la Clínica Olivos estaba todo listo para internar al presidente Mauricio Macri. La primicia, que ya había sido confirmada por Revista Caras, daba cuenta de ello.
Sin embargo, desde el Gobierno intentaron ocultar la arritmia que sufrió el mandatario alrededor de las 15 y se escudaron asegurando que Macri se encontraba junto a un grupo de periodistas. "Estamos en una reunión", señaló el vocero presidencial Ivan Pavlosky a Perfil.com, quien luego se rió al ser consultado sobre la salud del jefe de Estado.
"Me preguntan si estas internado", le comenta entre risas al otro lado del teléfono. Pocas horas después, la internación se concretó.
Desmentidas oficiales. Esta no es la primera vez que el entorno del mandatario quiere comunicar una versión que colisiona con la realidad. La otra vez que se descubrió una "desmentida" también fue en torno a la salud.
El lunes 12 de julio de 2010, cuando Macri aún era jefe de Gobierno porteño, apareció con ese hematoma en su rostro y les explicó a los periodistas que cubrían un acto del PRO en el ex Club Deportivo Español que la causa fue por volver a jugar al fútbol. Luego, sus voceros agregaron que el golpe fue producto de un pelotazo, algo difícil de creer para quienes entienden de deporte.
La "mentira" duró unos pocos días, hasta que, ante la inconsistencia de la versión del pelotazo, voceros del PRO aseguraron finalmente a NOTICIAS que el hematoma no tenía nada que ver con un acontecimiento deportivo, sino que Macri "en realidad se lastimó jugando con la hija de 6 años de su novia Juliana Awada".
En su momento, la revista agregó que, a su vez, "dos fuentes que conocen en detalle las internas familiares deslizaron que el moretón se pudo haber producido durante una pelea familiar". Según indicaron, "tanto su padre Franco Macri como su hermano Mariano estaban enojados con el alcalde por sus declaraciones, y que el segundo habría golpeado a Mauricio".