A pesar de que faltan pocos días para que se defina la implementación o no del matrimonio gay, reina en el Senado el clima de incertidumbre y no hay un pronostico que se anime a vaticinar un resultado certero. El debate se llevará a cabo el próximo miércoles, y pese a los intentos de unos y otros por hacer prevalecer una postura no se sabe todavía si la Argentina se convierta en el primer país latinoamericano en aceptar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Las fuerzas a favor y en contra del proyecto están en paridad, con una leve ventaja a favor del rechazo de la iniciativa y quedan casi una docena de legisladores que no expresaron lo que harán.
El sector que apoya el matrimonio homosexual asegura que cuenta con 32 senadores en condiciones de respaldar la iniciativa, pero se encuentran a una distancia de cinco legisladores del quórum para iniciar el debate. Con este número, el oficialismo no puede garantizar el comienzo de la sesión, que requiere un mayoría mínima de 37. Los opositores están pensando en plantear que si continúa la presión oficial para que los parlamentarios que se oponen no vayan al recinto, ellos no bajarán a la sesión, por lo que no podría ni siquiera comenzar.
Los últimos cómputos detallados de los pronunciamientos públicos de los senadores arrojaron 33 legisladores a favor del matrimonio, 31 en contra, con varios indefinidos y 4 que no se presentarán. Todos esos ausentes habían manifestado su negativa a votar. La presidenta Cristina Fernández se llevó a China a dos oficialistas, la sanjuanina Marina Riofrío y la santiagueña Ada Iturrez de Capellini, en tanto que se anticipa que el misionero Luis Viana está de licencia y enfermo y también estaría ausente Carlos Menem.
La clave de la sesión del miércoles radica en la capacidad del Gobierno de arrimar nuevos adherentes a partir de los indecisos, de los cuales la mayoría pertenecen al bloque del Frente para la Victoria. La metodología usada desde el gobierno nacional crea enojo entre los opositores que respaldan el cambio del Código Civil: "Están haciendo de todo para desarticular el voto de rechazo, y no puede ser; con esa política uno queda metido en la lógica de la cooptación que siempre denunciamos", expresan en la intimidad.
Fuente: DyN