El conflicto que enfrentó al Gobierno con el campo no sólo dejó graves secuelas entre los chacareros. También destruyó económicamente a las empresas agropecuarias que hace dos años aportaron una suculenta suma de dinero a la campaña presidencial del Frente para la Victoria.
El kirchnerismo no podrá contar para las elecciones legislativas de junio con la ayuda económica de esas firmas rurales, según reconocieron a Perfil cinco compañías del sector que habían contribuido en 2007. Sin embargo, la decisión de no volver a aportar de los empresarios no tiene que ver con que hayan dejado de apoyar al Gobierno, sino con que la crisis derivada de aquella batalla los dejó “sin un peso”.
Entre la lista de aportantes al FpV de 2007 que registró la Cámara Nacional Electoral figuran muchas fábricas de maquinaria agrícola y varios vendedores de materias primas del campo. Entre ellas están registradas Vassalli Fabril, Akron, Etchar, San Francisco Agropecuaria, San Antonio Agrícola Ganadera, Metalfor, Antonio Zubeldía SA, Metalúrgica Cestari, Trafer, Metalúrgica Cestari, Agronor y Maquinaria Agrícola El Ombú.
“Lo del campo nos destruyó”, explicó a Perfil el propietario de una de estas firmas que pidió no ser identificado. Al igual que él, ninguno de sus colegas quiso aparecer con nombre y apellido brindando explicaciones porque el anonimato, aseguran, les evita el problema de enfrentarse al campo, que es su cliente, por respaldar al Ejecutivo.
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