La diputada nacional Laura Alonso llega al Paseo de la Infanta enfundada en una ropa tan colorida como distinta a la que acostumbra a usar en su trabajo. Una vez dentro del café ubicado bajo uno de los arcos, la legisladora comenta que transita ese espacio tres veces por semana, cuando sale a caminar por el bosque de Palermo. O que eso intenta desde que arrancó la campaña electoral, aunque reconoce que el frío tampoco ayuda mucho a mantener la rutina.
Desde sus inicios en la Franja Morada de la Facultad de Sociales de la UBA en los tempranos noventa, la vida llevó a Laura Alonso a abandonar la dirección de la Fundación Poder Ciudadano para saltar al ringside de la política nacional. Con un mandato casi cumplido, hoy busca renovar su banca del PRO, aunque reconoce que, si bien ya tiene experiencia, la ansiedad está.
- Es distinto. Mi contexto es distinto, estoy más metida dentro de la campaña. La vez pasada renuncié a Poder Ciudadano y me llevó un período de adaptación. Cuatro años después es distinta la forma de encarar. Necesito del contacto con la gente y eso te obliga a rendir cuentas, además de escuchar las demandas de los votantes. La campaña es un proceso enriquecedor. No quiero decir que después no se escuche a la gente, pero ahora todo se potencia en un par de meses. La actividad política no es para superhéroes, pero hay momentos de mucha tensión, muy ásperos. Y cuando te encontrás con personas que se acercan para apoyarte, o para traerte una queja, o para decir que no te votan, pero que te valoran, es buenísimo para la parte espiritual.
- ¿Qué fue del aparente acuerdo previo al cierre de listas?
- La estrategia que tuvo el PRO es la que tomó su dirigencia provincial en cada distrito. En la provincia de Buenos Aires, encabezada por Jorge Macri, la estrategia viró y terminó en una suerte de acuerdo distrital para que tres candidatos, que son diputados nacionales, ingresen en la lista del Frente Renovador. Es la primera vez que el PRO tiene representación en los veinticuatro distritos del país. Es parte del crecimiento legal del partido. Ahora también tiene personería jurídica en cada uno de los distritos, lo que nos hace más sustentables en el tiempo.
- Mauricio Macri tiene aspiraciones presidenciales, lo que es tan cierto como que si no llega a la Presidencia, no puede renovar por otro período como Jefe de Gobierno. ¿Asusta?
-Estamos compitiendo en 2013. En este momento la discusión política pasa por las elecciones de octubre, que serán un parte aguas en el que decidiremos si la Argentina apuesta a un futuro superador y alternativo, o si apuesta al pasado. Y el Kirchnerismo es el pasado. Nosotros somos una alternativa y Mauricio es el lider de la alternativa. Creemos que es el indicado para 2015, pero las elecciones que hoy importan son las de ahora.
- ¿Hay perspectiva de formación política y recambio dentro del PRO?
-El primer dato es que es un partido que tiene una amplia participación de veinte a cuarenta años. Tenemos desde una vicejefa (María Eugenia Vidal) hasta legisladores nacionales y funcionarios de primera línea. En la Fundación Pensar se ha trabajado en el desarrollo del debate de políticas públicas y doctrinario. Otro espacio es el de los profesionales, que apunta a aquellos que aportan desde la formación académica, y esto se encuentra desplegado por todo el país. Son distintas puertas de entrada para participar en lo público y en lo político. Hay un recambio muy importante y Mauricio fue inteligente, construyó posibles sucesores. Hoy sentimos que es nuestro máximo referente, y también que hay una generación de jóvenes que ingresó a la política con capacidad, integridad y honestidad. Es el mayor aporte a una política distinta de los últimos diez años.
- Ya que tocás la década ganada…
-Creo que es una década desperdiciada. El kirchnerismo, con un fuerte sesgo autoritario, nos ha hecho perder oportunidades como país. Y con ineficiencia y corrupción nos han hecho desperdiciar una cantidad de recursos públicos de forma nunca vista, dado que nunca se produjo tantos ingresos como en la última década. Potenciaron el problema histórico de la clase política argentina de gestionar mal la abundancia. Siempre sobraron los recursos y siempre tuvimos una muy mala gestión de la abundancia, sea por interrupciones democráticas, otras por erróneas políticas económicas o, como en el caso de la década kirchnerista, una combinación fatal: la impericia del funcionarado político kirchnerista y una profunda corrupción que impacta en infraestructura y servicios públicos. Basta con ir a un almacen o tomarse un tren para comprobarlo. Si hay una gestión porteña que ha tenido obstáculos, ha sido la gestión de Macri. Y sin embargo hicimos mucho, dentro de nuestras posibilidades. Si el gobierno nacional hubiese cooperado se podría haber hecho muchísimo más. No somos egoístas, quizás pecamos de ingenuos. Seguiremos pecando de ingenuos, pero nuestro objetivo es resolver problemas, y la forma es sentarse a dialogar y acordar.
-Si de acuerdos hablamos, Francisco De Narváez sostiene que no hay que dormirse como en 2009 y se debe pelear por los cargos camerales en caso de una victoria.
-Me alegra que Francisco reconozca que durmió en 2009. Porque el primero que dijo que había que disputar la Presidencia de la Cámara de Diputados fue Macri. El vio que ahí había una oportunidad de control parlamentario administrativo de una de las cámaras, ya sea para frenar medidas de corte autoritario, o para marcar agenda parlamentaria. Lamentablemente, Francisco fue uno de los que obturó esa posibilidad. Haciendo honor a la coherencia, me arriesgo a decirte que si la oposición obtiene la mayoría electoral, seremos nosotros, nuevamente, quienes impulsemos esta posibilidad. Es fundamental para generar un escenario de bloqueo y negociación. Hoy el Congreso es un colador. Nuestra Constitución ha sido pensada para que ningún poder del Estado tenga todo el poder y el Congreso fue pensado para contrapesar el Ejecutivo. Tenemos que ir hacia ese escenario. Cuando hubo mayor control sobre el ejecutivo, siempre nos fue mejor. Incluso sería positivo para la Presidenta que la oposición controle una de las cámaras.
- Entre tus proyectos figura la modificación en el sistema de selección del titular de la AFIP
-También hicimos uno para el titular del Indec y otro para el Procurador General. Si se hubieran aprobado, (Alejandra) Gils Carbó debería haber dado más exámenes para que fuera designada. En la actualidad, la designación de la autoridad y la autonomía de la Afip son muy limitadas y dependientes del Poder Ejecutivo. Esto permitió que Cristina pudiera designar un comisario político para apretar. Tiene que haber audiencia pública, debate legislativo y apertura de impugnaciones. También proponemos que la renovación no sea automática, que se vuelva al mismo proceso de designación y que sea sólo por dos períodos más consecutivos. El mecanismo para la selección de los jueces de la Corte fue impuesto por un Decreto de Néstor Kirchner, a pedido del CELS, Poder Ciudadano, y otras asociaciones en un documento que se llamó “Una Corte para la Democracia”. Y si tan bien anduvo la Corte, es porque el proceso es público y abierto a la opinión de la ciudadanía y control de los colegios de profesionales. Las remociones también tienen que ser abiertas. Hay que rediseñar las instituciones. Si no queremos quemarnos con otro Echegaray, es importante empezar la discusión de los procesos de selección.
- ¿Qué son los proyectos de derogaciones?
- Presenté varios proyectos de derogación: ley antiterrorista, superpoderes presupuestarios o de la ley de decretos, que como funciona hoy en día, permite que los decretos queden siempre vigentes, sin importar la opinión del Congreso. También hay un proyecto para frenar el abuso de la Cadena Nacional. O sea, todos proyectos que tienen que ver con abusos de presupuestos, instituciones y avasallamiento a otros poderes del Estado. Increiblemente, el único archivo con el cual la Dirección de Informática de la Cámara de Diputados tuvo problemas para dar a publicidad en la página web, es el de derogaciones.
- ¿Hay onda con otros diputados para acompañar esos proyectos?
- Sé que hay onda. En el caso de la ley antiterrorista, Victoria Donda también presentó su proyecto de derogación. Es necesaria una ley que no vaya en contra de las libertades individuales. Por ejemplo, es de una gravedad extrema que se plantee que un informe periodístico atenta contra las instituciones. Me asusta. Así como el gobierno te aplica la ley de abastecimiento si no hay un producto en el supermercado, el gobierno te aplica la ley antiterrorista para aleccionar. Se lo pueden aplicar a un periodista o a (el líder de la comunidad Qom) Felix Díaz.
- Resulta contradictorio que al hablar de recortes a las libertades individuales, se trate del mismo gobierno que promovió la sanción de la ley que permitió el matrimonio igualitario.
- El matrimonio igualitario, a la larga o a la corta, con o sin ley, hubiera sido habilitado por la Corte Suprema. El kirchnerismo vio una oportunidad para usar una causa y enarbolarla, como utilizaron la de los Derechos Humanos. La primera autora del proyecto es la socialista Silvia Augsburger. En todos sus años de legisladora, Cristina nunca apoyó ni presentó un proyecto que apuntara al matrimonio igualitario. Lo importante es que la ley se aprobó transversalmente. Hubo kirchneristas que se ausentaron y hubo otros diputados del Frente para la Victoria que votaron con asco. El 40% del bloque del PRO que votó a favor, lo hizo convencido. Hoy la ciudad de Buenos Aires otorga el DNI sin problemas a las personas que quieren cambiar de identidad de género y en tres hospitales de la Ciudad se puede acceder a los tratamientos para cambio de sexo, algo que no sucede en las provincias administradas por el oficialismo. Cuando hablemos de progresismo, primero hablemos de aplicar las normas y cuánto presupuesto se destina para cumplirlo.
- ¿Cómo convive tu postura a favor del aborto dentro de tu bloque?
- Juliana Di Tullio (diputada del FPV) tiene una postura favorable hacia el aborto y la mayoría de su bloque, no. A mi me pasa lo mismo en mi bloque. Se trata de tener una discusión madura sobre una problemática de las mujeres. Las que más sufren el aborto ilegal son las mujeres pobres, las que tienen dinero pagan y se hacen abortos sin riesgos. Cuando sos pobre, o tenés un hijo o te hacés un mal aborto y te morís, o quedás con daños permanentes. Se trata de discutir lo que ya existe. Es un problema de salud pública que hay que resolver. Si lo legalizamos, cuidamos a miles de mujeres. En el camino hay que aplicar la ley de salud y educación reproductiva en su plenitud, trabajar mucho más en las escuelas y en el territorio, evitar el embarazo no deseado. Si se produce, hay que acompañar a la mujer en la toma de su decisión. Si quiere darlo en adopción, tiene que haber un sistema que permita hacerlo sin que el niño sea institucionalizado. Y si quiere abortar, hay que acompañarla psicológicamente. Tenemos la ley de salud, pero el embarazo es cada vez más alto. Tenemos aborto no punible, y es cada vez más difícil aplicarlo. Si hay un fallo de la Corte, hay que cumplirlo.
- ¿En caso de renovar, cuál es tu agenda para un nuevo mandato?
- Calidad institucional. Más allá de que logramos media sanción en varios proyectos, como el de acceso a la información, y el del consejo de la magistratura, se perdió estado parlamentario y el Senado no los trató. Insistiré en esta agenda, en un proyecto de huella de carbono, que tiene que ver con la cuestión ambiental, y todo lo vinculado con entes de organismos de control. Hay un fracaso y hay que estudiar si hay que rediseñarlos o sólo aplicar la ley para evitar desastres. También trabajar acompañar a la agenda del colectivo gay que es bastante amplia, y algunas cuestiones vinculadas a la política económica y las derogaciones de las leyes que han ido en desmedro de la calidad institucional. En los próximos meses estoy segura que habrá varios falles que declaren inconstitucionales distintas leyes, como la de las cautelares.
-¿Hay perspectivas de algún juicio político?
- Si la oposición logra la presidencia de la Cámara, quienes pueden tener complicaciones con una acusación de juicio político el año próximo son Amado Boudou y Julio de Vido. Creo que una presidencia opositora y otra presidencia de la comisión de juicio político en manos de la oposición, podrían poner en camino de una acusación a estos funcionarios con seguridad. Están cerca del juicio. Si la voluntad de la ciudadanía es lograr las acusaciones, es necesaria una catarata de votos opositores y luego será cuestión de acuerdos políticos.
-¿Que te jodió tanto del "callate atorranta"?
- El callate. Lo cierto es que fue muy tensionante, una situación híper violenta y de agresión. Pedí disculpas, pero me sentí agredida por este mini Moreno parlamentario, que tiene una gestión pésima legislativa y que merece todo mi repudio. Si bien pedí disculpas, fue una actitud humana. Tengo sangre y reaccioné frente a la agresión. Si no gustó, lo lamento. Igualmente, queda claro qué valores representa (Andrés "El Cuervo") Larroque. Y si bien, a veces, somos ingenuos políticamente, también tenemos valores. Nacimos prácticamente en democracia, y me resulta doloroso que un diputado de mi generación se maneje de la forma en que se maneja y me genera tristeza. En Larroque el aprendizaje democrático ha sido nulo. Argentina no necesita Larroques, necesita diálogos y concensos. El cobarde de Larroque jamás pidió disculpas. Ninguna de las personas que rodean a Larroque merece mi respeto. Los patoteros volvieron con los "Batatas" de Cristina, como Moreno o Larroque, que se la agarran con las mujeres y luego se comen los mocos.
Por @relatodpresente