Leandro Despouy es sobrio y cortés. Un estilo que adquirió en la diplomacia y que, según él, le permitió soportar con éxito sus últimas batallas. La primera, en febrero pasado, cuando el nuevo presidente de su partido (la UCR), Mario Barletta, pretendió removerlo de su cargo al frente de la Auditoría General de la Nación (AGN). La segunda, cuando Fabián Ríos, presidente de la Comisión Mixta Revisora de Cuentas del Congreso –a la que reporta la AGN– desconoció su autoridad alegando que su mandato había vencido. El organismo encargado de controlar el gasto público es hoy el único que el Gobierno no ha logrado neutralizar y tiene en carpeta, entre otros asuntos, auditorías sobre Sueños Compartidos, la gestión de Aerolíneas Argentinas y la publicidad oficial.