El delegado Angel Perticaro confirmó que el nuevo grupo empresarial a cargo del servicio de transporte, las compañías DOTA y Nuevos Rumbos, acordó en el ámbito del Ministerio de Trabajo "cumplir las leyes vigentes", por lo que los trabajadores desistieron de concretar la medida de fuerza tras casi diez horas de negociación y protesta.
Los colectiveros dijeron que durante un encuentro oficial la empresa se comprometió a respetar, entre otras reivindicaciones, "el convenio colectivo de trabajo".
"Todos nuestros reclamos estaban avalados por el Ministerio de Trabajo y el gremio, pero la empresa no quería reconocerlos en una actitud inentendible", agregó Perticaro.
Si se concretaba, la medida de fuerza iba a dejar sin servicio a más 250 mil usuarios que utilizan esa línea de colectivos que une Constitución con la zona norte del conurbano bonaerense.
Las conversaciones en la cartera laboral se complicaron durante la tarde, cuando los delegados se enteraron de que la empresa sancionó al chofer que trasladó en un colectivo a los manifestantes hacia la sede laboral, ubicada en Callao al 100.
Los trabajadores se concentraron alrededor de las 13.30, al concluir la conciliación obligatoria dictada por la cartelera en el conflicto que mantienen con la empresa.
Alrededor de las 15, la Policía intentó disuadir a los manifestantes y liberar la avenida, donde se registraron incidentes con los trabajadores.
Según los choferes, los efectivos policiales "los provocaron", por lo que la protesta derivó en golpes y empujones, sin mayores consecuencias.
"Nos quisieron sacar a los empujones. Nosotros queremos trabajar y lo que menos buscamos son enfrentamientos", dijo uno de los trabajadores involucrados en la refriega.
Los empleados denunciaron ante el ministerio que la nueva empresa a cargo del servicio de transportes "desconoce al cuerpo de delegados, intentando despojar de derechos a los trabajadores" y aseguraron que liquidaron mal los sueldos, provocando en casos pérdidas de "hasta 1.600 pesos".
El 14 de junio de 2010, un conflicto entre accionistas de la línea de colectivos 60 mantuvo paralizado el servicio durante más de cuatro horas y derivó en amenazas de un corte total de tránsito de la autopista Panamericana.
En tanto, en febrero de 2008, una disputa relacionada con la elección del cuerpo de delegados también dejó sin servicio a más de 200 mil pasajeros.