La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y el ministro de la Corte Eugenio Zaffaroni continuaron los cuestionamientos dentro del universo de personajes K al la Ley antiterrorista que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) le exigió al Gobierno y que el Congreso aprobó con la mayoría oficialista.
Carlotto afirmó: "La preocupación es porque en la Argentina no hay terrorismo. Hubo un atentado a la AMIA y a la Embajada de Israel, producto de injerencias externas, no de argentinos, y si argentinos colaboraron, son mercenarios, pero no hay una red de la que uno tenga que preocuparse", enfatizó la dirigente.
En declaraciones a radio La Red, Carlotto subrayó que "hay delitos comunes, hay muchas razones para pensar que hay que modificar las normas para la seguridad en todo el país, pero nada más".
Carlotto remarcó que "nuestra preocupación es que con este Gobierno tenemos la garantía de que no van a ser reprimidas las manifestaciones sociales y que no se reprimen aun cuando hay desmanes que no son justificables".
No obstante, reflexionó: "Pero ¿qué pasará más adelante, con esta ley, con otros gobiernos que interpreten la ley de otra manera o con jueces a los que les va a encantar meter presos a quienes manifiestan pidiendo derechos? Esa fue una preocupación", se preguntó.
Carlotto también se refirió a los medios de comunicación, a los que aconsejó "moderar" la información en torno a delitos: "La repetición de los hechos delictivos casi se dan lecciones de cómo poder salir a delinquir. Las cosas malas no hay que ocultarlas, pero hay que decirlas una vez", postuló.
Más críticas de Zaffaroni. Por su lado, el juez de la Corte Suprema sostuvo que la ley antiterrorista sólo apunta a "controlar todo el movimiento financiero" y no a prevenir el lavado de activos como forma de financiamiento para el terrorismo.
"El GAFI es un organismo que se toma atribuciones que no tiene y extorsiona a nuestro país. Su objetivo no es evitar el lavado ni prevenir el terrorismo, sino controlar todo el movimiento financiero", opinó el ministro de la Corte.
"En cuanto al terrorismo, no hay ningún delito vinculado al mismo que desde siempre no haya estado severamente penado en nuestras leyes, de modo que no es más que un pretexto", sintetizó ante una consulta de la agencia Diarios y Noticias (DyN).
En ese contexto, Zaffaroni descartó que la ley tenga como objetivo deseado por el GAFI la persecución de la protesta social: "Eso no les interesa para nada, porque su objetivo es económico". Zaffaroni aclaró: "No abro juicio sobre la conveniencia o no de sancionar la ley; eso es una decisión política y no la puedo evaluar, porque no estoy en condiciones de dimensionar la magnitud del daño con que el GAFI amenaza (sanciones económicas, exclusión de organismos internacionales, y demás)".
El juez del Máximo Tribunal acotoó: "Pero lo que debe quedar claro es que sólo se trata de la respuesta a una extorsión por parte de un organismo al que nunca debimos pertenecer", sentenció.
Con la legislación sancionada la semana pasada, el GAFI se "garantiza que en la periferia no se lave nada, aunque saben que en nuestros mercados pequeños no se puede lavar más que un calzoncillo".