POLITICA
Papel Prensa

Lidia Papaleo teme por su vida y pidió ser testigo "protegido" en la causa

La viuda del empresario Graiver volvió a acusar a Clarín y La Nación. Además, habló por primera vez de la relación entre su marido y Montoneros.

La hija de Lidia Papaleo desmintió los dichos del gobierno nacional.
| DYN

Lidia Papaleo, viuda del empresario David Graiver, anunció que pedirá ser reconocida por la Justicia como "testigo protegido" porque teme por su vida, volvió a acusar a los diarios Clarín y La Nación de supuestas maniobras irregulares para quedarse con la empresa Papel Prensa y por primera vez mencionó las presiones del grupo Montoneros para que se les restituyera el dinero que manejaba su marido.

Papaleo dijo también que recibió con "la mayor alegría" el informe de la Presidencia sobre la compañía pero señaló que le resultó "terriblemente doloroso" ver la solicitada de su hija y su cuñado, Isidoro Graiver, que desacreditaba su versión.

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Consultada por el diario Tiempo Argentino sobre si creía que a su esposo, quien falleció en un accidente de avión en México, lo mataron por Papel Prensa, Papaleo respondió de modo ambiguo, "No, nunca entendí. Yo supe. Yo no tuve dudas. Nunca".

Papaleo sostuvo que la intención de su esposo en la empresa "no era la de un monopolio y por eso la forma en que él distribuye las acciones. Era muy fuerte que tuviera un canal, que tuviera un diario, una productora de cine y otras cosas. Él apostaba a los medios de comunicación en una forma absoluta". Papaleo recordó también que cuando regresó a la Argentina desde México vivió "la peor etapa. Empecé por recibir amenazas inmediatamente después de morir David en agosto de 1976".

La mujer aseguró que las amenazas le decían que " teníamos que desaparecer, desprendernos de todo y desaparecer, que íbamos a morir todos. Nadie decía quién era". "Después, alguien se presentó como representante sindicalista: Ustedes tienen una deuda, paguen ya, decía. También hubo una llamada de Montoneros, o eso dijeron. Y me volví a la Argentina", recordó.

Cuando se la consultó si creía que le "robaron Papel Prensa", Papaleo volvió a acusar al CEO de Clarín, Héctor "Magnetto, la gente de La Nación. Los hechos lo demuestran. Asociados con la dictadura"

En relación a la situación que se vivía en esos tiempos, Papaleo también dijo estar convencida de que el segundo de Graiver en su empresa, Jorge Rubinstein, sufrió un atentado cuando viajaba a su casa y "lo agarró un vehículo grande allá por la mitad del trayecto, por City Bell, Villa Elisa, al medio. Milagrosamente vivió. No sé qué pasó con el chofer. Pedimos explicaciones en la policía. Nadie dijo nada".

Papaleo reveló que según sus allegados y los torturadores que la atacaban cuando estuvo detenida querían "que Papel Prensa se venda únicamente a argentinos y que no pertenezcan a la comunidad judía". Contradiciéndose, en la entrevista Papaleo dijo que en los interrogatorios no se mencionó el tema Papel Prensa: "¿Cómo me iban a preguntar sobre Papel Prensa si yo ya había vendido Papel Prensa?", respondió.

"Era un delirio tan grande lo que querían que yo dijera, sobre todo hablar mal de los judíos" recordó y señaló que incluso le pedían que declarará que "Juan Domingo Perón le había dado a José Bel Gelbard (ex ministrro de Economía y socio de Graiver) lingotes de oro que habían llegado desde Alemania con los submarinos alemanes a Mar Del Plata".

"Esto tenía que decir yo, lo que es una locura imposible de creer aún hoy", acotó y señaló que según esa versión "todo esto era una operación del movimiento sionista para tapar al país, para llegar al poder: Canal 2, La Opinión, Papel Prensa eran las personas que estaba preparando para ser presidente". Papaleo describió las horas previas a la venta de la empresa como "un loquero. Voy a esa reunión, ya entregada al pánico totalmente".

"Cuando voy, muy atemorizada, no por temor a desaparecer, pero sí con la sensación plena de que nosotros estábamos siendo amenazados de muerte", remarcó.
Y, señaló: "Ellos eran gente muy poderosa, con todo el poder de los militares y nosotros no éramos nada. Ni abogado teníamos".

Fuente: DyN.