Los habitantes de las islas Malvinas irán mañana y el lunes a las urnas para ratificar si quieren seguir conservando su nacionalidad británica.
Frente a este referéndum impulsado por Inglaterra, varias voces del Gobierno Nacional salieron a rechazar la medida. En primer lugar, la Cancillería emitió un comunicado en el que sostiene que “El Reino Unido carece de derecho alguno a pretender alterar el estatuto jurídico de esos territorios, aún con el disfraz del hipotético referéndum”.
"Las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes son objeto de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido que ha sido reconocida por esos dos países y por la comunidad internacional en su conjunto", señala el texto difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Por su parte, la embajadora argentina en Gran Bretaña, Alicia Castro, sostuvo que la medida que impulsa Inglaterra "no será considerado por las Naciones Unidas".
"Los habitantes que viven en Malvinas tienen derechos civiles y derechos políticos, pero no tienen el derecho de dirimir la controversia de soberanía entre Argentina y el Reino Unido", afirmó la diplomática.
El próximo miércoles el Senado argentino impulsa una sesión para rechazar el referéndum. El proyecto fue impulsado por el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Daniel FIlmus y el legislador socialista por Santa Fe, Rubén Giustiniani, y también cuenta con firmas de senadores de la UCR y el GEN.
"En las Malvinas lo que se va a hacer es una maniobra publicitaria, porque no tiene ninguna validez para la legislación del derecho internacional", dijo Filmus a Página/12; mientras que Giustiniani indicó que se trata de "una iniciativa contraria a las resoluciones de las Naciones Unidas".