A 48 horas de que Perfil.com revelara cómo es el plan que instrumentó Martín Sabbatella en la AFSCA que reparte matrículas de locutor local a lo ancho y a lo largo de todo el país después de una clase donde se hace propaganda política y sindical, ninguna de las organizaciones involucadas pudo explicar por qué se utilizan fondos públicos para hacer campaña partidaria.
“La Sociedad Argentina de Locutores (SAL) no nos representa, es así que el Gobierno nacional ha plasmado Locutar”. Con esa frase, Álvaro Castillo, autoidentificado como miembro de la comisión organizadora de LocutAr, se despidió de una decena de aspirantes neuquinos a obtener un título de locutor local antes de pedirle su adhesión, en plena clase dictada por la AFSCA.
El episodio ocurrió en agosto pasado, mientras el ente regulador culminaba un proceso de capacitación de una sola jornada y puede verse en el video que publicó este medio. Pero los aires de fin de ciclo, quizás, llegaron al flamante sindicato: en un comunicado que difundieron tras la publicación de Perfil.com, LocutAr afirmó que “no es un apéndice” del Gobierno y cuestionaron al delegado.
Nada dijeron, en cambio, sobre por qué hacían promoción de su entidad sindical y pedían la afiliación en una clase dictada por el Estado. Tampoco de quién recibieron autorización para ponerse al frente de estas capacitaciones.
El lunes, este medio dio a conocer que la AFSCA instrumentó un plan que ya repartió más de 2.279 matrículas de locutores locales a lo largo y ancho de todo el país, después de un curso donde se pide “abrazar el proyecto” K y donde delegados de este sindicato van a reclutar afiliados.
El titular de LocutAr es el exdiputado kirchnerista Juan Carlos Betannín, hombre de confianza de Martín Sabbatella que acumula distintos nombramientos en medios del interior. Tal como explicó Castillo aquel día, el sindicato busca desbancar al gremio tradicional, la Sociedad Argentina de Locutores (SAL), que se encuentra enlistada en la CGT Azopardo.
“Los ámbitos donde cada persona haya militado y bregado por la formación del nuevo sindicato son a criterio personal”, explicó LocutAr, en un descargo de dos páginas enviado a Perfil.com. Allí sostuvieron: “Somos un sindicato independiente del poder político y económico”.
La SAL y los directivos opositores de AFSCA denunciaron que existen pueblos de mil habitantes con 40 locutores matriculados, “más que en Radio Nacional”. Además, advirtieron que el proyecto “va en detrimento de la profesión, porque ¿qué herramientas se le pueden dar a un locutor en seis horas”?
Sobre este punto, LocutAr diferenció las matrículas nacionales de las que extiende este plan. “Los locales solo pueden trabajar en su ciudad o pueblo y para obtener su matrícula deben tener secundario completo”, escribieron. “LocutAr no da clases por el Estado, sino que se interesa tanto por locutores nacionales como locales”, continuaron.
En el video dado a conocer por Perfil.com quedó expuesta la forma en la cuál se les pide adhesión sindical a los aspirantes, minutos antes de que obtengan su título. Al respecto, LocutAr le soltó la mano a su delegado: “El Sr. Álvaro Castillo no es locutor (ni local ni nacional). Según el estatuto aprobado en asamblea, no tiene voto ya que no tiene ningún tipo de matrícula”.
“Cabe aclarar que participaron por su propia iniciativa, luego de haber solicitado al delegado AFSCA Neuquén poder convocar a locutores locales a la junta promotora del sindicato en formación”, siguieron, para continuar contradiciendo las declaraciones publicadas en el video.
Las dudas. Cuando Perfil.com le preguntó a la AFSCA por qué se realizaba propaganda política y sindical en sus clases, el encargado de responder fue el el director de Formación e Investigación, Miguel Martínez, funcionario de Sabbatella, que eligió, directamente, la mentira: “No se exige adhesión a ningún tipo de organización ni proyecto político ni se pregunta por su filiación a los aspirantes, de manera que es absolutamente imposible que pueda ocurrir la situación que la pregunta da por hecho”.
La situación quedó desmentida en las propias imágenes que difundió este portal, y el accionar del ente regulador de medios deja más dudas que certezas. Así como se pide militancia durante estos cursos, ¿se pide la misma fidelidad kirchnerista en el reparto de licencias de radio y TV? ¿Por qué utilizan fondos de los contribuyentes para promocionar al Frente Para la Victoria?
En las últimas horas, Perfil.com solicitó una entrevista con el propio Martín Sabbatella, para que dé las explicaciones pertinentes que, en su momento, sus funcionarios no pudieron aclarar (vea el descargo completo). ¿Aceptará la entrevista, o su atareada agenda como precandidato a vicegobernador kirchnerista se lo impedirá?
En el caso de LocutAr, si Castillo no es locutor ni tiene matrícula alguna, ¿cómo se explica su presencia en la entrega de diplomas del 14 de agosto? ¿Por qué habló a nombre del sindicato? ¿Por qué el locutor local que estaba al lado no lo contradijo? Si no son “un apéndice” del oficialismo, ¿cómo lograron participar íntegramente de la organización territorial de estas capacitaciones? ¿Por qué utilizaron fondos públicos para reclutar afiliados y conseguir la personería gremial? Muchas preguntas y ninguna respuesta. Cuando el kirchnerismo aclara, oscurece.
(*) De la redacción de Perfil.com. En Twitter: @PatoCaruso.