Cristina Fernández hoy se encuentra entre las mujeres mas poderosas del mundo, según la revista norteamericana Forbes, especializada en el mundo de los negocios y finanzas. En su último ranking, la revista la colocó en el puesto 11, dos lugares más arriba que el año pasado. Lo cierto es que la Presidenta modernizó su look y hoy se la ve más segura en sus últimas apariciones después de las elecciones.
Abandonó los hábitos que la avejentaban, no sólo lo recargado de su rímel (algo que corrigió hace ya tiempo), sino que ahora luce un corte de cabello más moderno y colores en su guardarropa, donde antes abundaban sólo tonos grises, negros y tierras. También subió algunos centímetros su falda, justo hasta la rodilla. Tiene accesorios superactuales (pañuelos, carteras y zapatos), usa las blusas más escotadas y esto le afina muchísimo su cuello y rostro. En las uñas, que antes llevaba oscuras, ahora se anima con brillo o francesitas.
Para la reciente reunión de la Unasur en Bariloche eligió un tailleur engamado en tonos chocolate y natural de cashmere a cuadros, pantalones con botamangas y saco de media solapa. Protocolarmente debería haberse puesto una falda, lo preciso ante la presencia de los presidentes masculinos de la región. Aunque el traje (que ya usó en otras oportunidades) despertó muchos elogios en el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, que la llamó “linda presidenta”. Y Hugo Chávez no se quedó atrás, le dijo que estaba “esplendorosa”. Capítulo aparte merece el comentario poco feliz del mandatario peruano, Alan García: “Yo respeto a las mujeres casadas”. Dice que lo dijo como un chiste para alabar la belleza de Cristina, pero fue muy desafortunado. Parece que el señor sólo respeta a las casadas: gracias.
Se la ve más segura, mejor parada. Ya no camina con el tronco hacia adelante, la espalda se enderezó. Y su lenguaje corporal se suavizó. Pero sigamos con el renovado look de la Presidenta. Los trajes ahora le quedan mejor porque se la ve fibrosa y flexible gracias a las clases de su personal trainer, Luciana, quien hace transpirar a nuestra primera mandataria todos los días, en horas muy tempranas, antes de iniciar sus actividades.
La nota completa, en la última edición de la Revista Noticias .
