—¿Serían parte de empresas privadas en representación del Estado como hace La Cámpora?
SOLEDAD MARTINEZ: La discusión no es "ser o no ser" representantes. La discusión es si los mismos que destruyeron Aerolíneas podrán hacer algo mejor. No es la primera vez que el kirchnerismo avanza sobre lo privado y por eso desconfío de sus intenciones.
—¿Qué los diferencia de otras juventudes?
AYELEN ACOSTA: Hacemos campañas en la calle, no nos quedamos en un comité debatiendo. Hicimos campañas de seguridad vial y presentamos proyectos.
MARIANGEL SOTOLANO: Vamos a la calle a ver qué quiere la gente y diagramamos acciones. Buscamos la participación activa.
LEONARDO COPPOLA: Trabajamos desde la acción y no desde lo discursivo, la pelea o desde lo ideológico.
EZEQUIEL FERNANDEZ LANGAN: Tenemos un concepto diferente: los muchachos de La Cámpora desde lo discursivo van por la revolución y desde lo pragmático sólo quieren cargos. Son militantes de escritorio. Por ejemplo Mariano Recalde conduce Aerolíneas y no es el mejor ejemplo en cuanto a gestión. En la juventud sindical tienen prácticas similares a las de la burocracia sindical.
FRANCISCO QUINTANA: La Cámpora es parte de la dialéctica de amigo/enemigo y la confrontación permanente. Nosotros no.