Mientras ocupaba la Secretaría de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime mantenía una estrategia firme ante la Justicia: no designó un abogado defensor para ninguna de las 35 causas en las que fue denunciado. Es decir, no se daba por imputado.
Tras su renuncia, Jaime debió buscar quién lo defienda y no eligió a cualquiera. Ahora su suerte judicial está en manos del estudio jurídico Marutián, Canosa y Asociados, dirigido por dos abogados que fueron funcionarios durante el gobierno de Carlos Saúl Menem.
Uno de los abogados, Armando Canosa, dirigió la Secretaría de Transporte menemista, el mismo cargo que Jaime. Fuentes de esa oficina del gobierno afirman que el ex funcionario solía consultarlos para pedir asesoramiento en temas relacionados a esa área.
Por su parte, Andrés Marutián estuvo a cargo de la Secretaría de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia. Durante su mandato se produjo la célebre fuga de la banda de Luis "Gordo Valor" del penal de Devoto.
En el histórico juicio a las juntas militares de la última dictadura, Marutián fue el abogado defensor del ex presidente de facto Roberto Viola, quien fue condenado a 17 años de prisión. Además defendió al ex jefe de Gabinete de Menem, Jorge Rodríguez, en una causa por sobresueldos, informó el diario Crítica de la Argentina.
Marutián ya se presentó ante varios juzgados federales en los que se investiga a Jaime. Una de las causas más "complicadas" para el ex funcionario es la que investiga el juez Claudio Bonadío sobre el misterioso avión que usaba con regularidad. Otro abogado del mismo estudio, Carlos Antonio Jotayan, representará a Jaime en la causa por presunto enriquecimiento ilícito, a cargo del juez Norberto Oyarbide.
A pesar de un pedido de la oposición para que el ex Secretario de Transporte no saliera del país y responda ante la Justicia, Jaime viajó a Brasil el 12 de julio pasado, y desde entonces se desconoce su paradero.