Desde que llegó a la presidencia, Cristina Fernández de Kirchner ha dicho frases llamativas, creativas, graciosas y hasta fuera de lugar. Ayer, en una de las tantas video conferencias que hace, habló con dos empleados de una fábrica de cosméticos de Berazategui. Primero le hizo algunas preguntas a una chica llamada Yanina, que le contó que trabajaba en la “máquina de pomos”. “Van cayendo y yo los pongo en los estuches”, explicó la trabajadora, de pocas palabras.