POLITICA
Todos queran entrar primero

Los invitados especiales, a los empujones y golpes en la entrada

El lanzamiento de campaña del Frente por la Victoria en la provincia de Buenos Aires tuvo un ingreso desbordado protagonizado por intendentes, concejales, funcionarios, sindicalistas, candidatose invitados especiales.

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El acto de lanzamiento de campaña del Frente por la Victoria en la provincia de Buenos Aires, que lleva como candidato a gobernador al actual vicepresidente Daniel Scioli, se mostró desbordado a pesar de la rigurosidad de sus organizadores.

Desde las 17, en grandes portones de madera, parte de un impenetrable vallado, se seleccionaba a quienes podían ingresar al teatro Auditorium de Mar del Plata con su respectiva acreditación, ya que sólo estaban previstas 900 butacas de la sala Astor Piazzola.

Pero cuando todo parecía estar en orden, cerca de las 18 se transformó en un 'descalabro' por traspasar esa muralla donde intendentes, concejales, funcionarios, sindicalistas, candidatos, invitados especiales y periodistas se empujaban entre sí para lograr penetrar al sector exclusivo de los acreditados.

Al punto que de los empujones la situación paso a algunos golpes de puños entre los "invitados especiales", que pronto fueron disuadidos por los punteros que allí se encontraban.

En la plazoleta Almirante Brown, entre el Casino y el Hotel Provincial, donde se emplazó la escalinata alfombrada para el ingreso al foyer del teatro Auditorium, se observaban distintas pancartas, pasacalles, globos, carteles y hasta letreros iluminados con neón con los nombres de los distintos precandidatos de los 134 municipios de la provincia de Buenos Aires. Incluso hasta se pudo observar a un hombre que vendía alfajores donde se leía en su cobertura de papel "Kirchner 2007" y la foto del presidente de la Nación.

En el foyer del teatro, podían ver en pantallas gigantes el acto los invitados "no tan especiales", los que sólo tenían la tarjeta de acceso hasta ese lugar, mientras que los que si tenían su invitación para la sala, otra vez se amontonaban y empujaban entre sí. Todo indicaba que a los organizadores se les escapó la posibilidad de una "reventa" de invitaciones, porque los números no daban con la cantidad estipulada.

Ya en la sala y minutos antes del comienzo, se pudo observar a funcionarios y legisladores de la provincia como la vicegobernadora Graciela Giannettasio, el titular del Banco de la Provincia, Martín Lustanau, los intendentes Juan De Jesús, del partido de la Costa; Blas Altieri, del partido de Pinamar; Alberto Groppi, de la Unión de Vecinos de Esteban de Etcheverría, además de Osvaldo Mércuri, Díaz Bancalari, el titular de la CGT Hugo Moyano y Marcelo Garrafo.

Entre los integrantes del gabinete nacional se vio al ministro de Interior Aníbal Fernández, quien desde uno de los palcos cerca del escenario arengaba a los presentes a que cantaran la Marcha Peronista, el ministro de Salud Ginés González García y el ministro de Justicia Alberto Iribarne.

Cuando el locutor anunció la entrada del presidente Kirchner y su esposa, la sala parecía explotar en aplausos y cánticos "bien justicialistas", mientras que los radicales K sonreían y aplaudían. Pero la alegría total llegó cuando Scioli y Balestrini ingresaron a la sala Astor Piazzola, donde acorbatados dirigentes y funcionarios municipales se mostraron como verdaderos hinchas de un equipo de fútbol al convertir su tanto. En el palco presidencial, se ubicó Néstor Kirchner y su esposa y candidata a presidente Cristina Fernández y el gobernador mendocino y candidato a vicepresidente Julio Cobos.

Detrás de ellos estaba el gobernador de la provincia de Buenos Aires Felipe Solá y el intendente marplatense Daniel Katz, quien se lo vio dialogar bastante seguido con la primera dama. Al finalizar el acto, todos los integrantes del palco presidencial fueron a saludar a los candidatos Daniel Scioli y Alberto Balestrini, menos Katz que permaneció en su silla como mero espectador y alejado de la fiesta de papelitos y cantos donde el legendario "Tula" pedía casi a gritos un bombo, instrumento vedado para la ocasión.

La salida del teatro Auditorium fue tan escandalosa como el ingreso. El presidente bajó la escalinata que emuló a las que se arman en ese lugar para los Festivales de Cine.

Fuente: DyN

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