Continuar "el modelo" es el pensamiento ex profeso de los principales dirigentes del kirchnerismo quienes se autopostularon o fueron postulados para suceder a Cristina Fernández de Kirchner en 2015. El gobernador bonaerense Daniel Scioli supo ser el nombre más mencionado pero desde que él mismo comenzó a promocionarse como candidato, otros referentes del Frente para la Victoria también decidieron anotarse en la carrera presidencial.
Cada candidato pareciera interpretar "el modelo" con matices y con una perspectiva personal. Y he aquí la clave que diferencie a los distintos candidatos en caso de que Cristina no decida respaldar a un nombre en particular.
Uno de los principales opositores, en la línea interna del kirchnerismo, es el titular de la Cámara de Diputados Julián Domínguez. Aseguró que Daniel Scioli "no lo representa", que tampoco es su candidato presidencial para 2015 y que prefiere un postulante que "tenga unidad básica y militancia política".
El diputado explicó que "el peronismo es una fuente de formación y tenemos una fábrica de candidatos". "A los políticos en la Argentina no los ponen los medios, ni las fuentes de información, sino que tienen que surgir de la misma política y en esto no hay que pedirle permiso a nadie. Cada uno tiene que servir a su vocación y a su llamado interno", argumentó.
Otro de los que se anotó y su nombre ya fue el elegido por dirigentes sociales como Hebe de Bonafini, es el senador Aníbal Fernández. Dijo que "no descarta" la posibilidad de presentarse como candidato a presidente en el 2015.
"Yo no renuncio, no renuncio ni al tute", sostuve este miércoles sobre su autopostulación como candidato a Presidente. "Todos tienen derecho y nadie tiene garantizado nada, lo he hablado con Scioli, con Randazzo, con Urribarry, hay que competir", señaló el senador. Y agregó: "Lo importante que la candidatura prenda y ver quiénes quieren que yo sea candidato. Si no prende esa candidatura no hay que insistir, eso sería de torpe, y yo no soy un torpe".
El ministro de Interior y Transporte Florencio Randazzo es otro de quienes se postularon con fuerza a las presidenciales. Aseguró que si le va bien con los trenes, quiere ser presidente en 2015. En noviembre pasado manifestó en una entrevista radial: "No voy a ser hipócrita como hacen algunos que dicen que no van a ser candidatos y ya están caminando el país para postularse".
Sergio Urribarri, gobernador de Entre Ríos, fue otro que puso su nombre a disposición de la primera mandataria. "Si Cristina Kirchner me pide ser candidato a presidente, sería el más feliz del mundo", lanzó.
Uno de los que asomaba en la fila de presidenciables era otro gobernador, el de Salta: Juan Manuel Urtubey. Pero luego de una serie de reuniones con la Presidente se mostró arrepentido de sus aspiraciones a dirigir la batuta del país. "Hay que dejar de lado la obsesión por encontrar candidatos. Los que tenemos responsabilidades institucionales debemos dedicarnos a trabajar. Hay que seguir apoyando a la Presidenta, es mas importante hablar de país que de uno mismo", dijo.
Entre las figuras que son empujadas desde algunos sectores del partido kirchnerista se encuentran Carlos Tomada y Amado Boudou. Tomada fue propuesto como una alternativa a Aníbal F. por parte de Hebe de Bonafini, mientras que el vicepresidente fue impulsado por el diputado Edgardo Depetri. "Amado puede ser alguien que nos represente", declaró. Tampoco hay que perder pisada a los movimientos del ascendente jefe de Gabinete Jorge Capitanich.
En directa relación a todos estos nombres, dirigentes del sciolismo aseguraron la semana pasada que la legitimación que necesita Daniel Scioli para llegar a la Casa Rosada la puede lograr "a través de una interna y no con el dedo" y expresaron que prefieren que la jefa de Estado "no bendiga" al gobernador. Los encargados en instalar ese proyecto fueron la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Alvarez Rodríguez, y el senador bonaerense Alberto de Fazio, uno de los dirigentes más importantes para la iniciativa política de Scioli.