Cristina Kirchner recibió ayer el alta médica neurológica y neuroquirúrgica. Esto significa que el coágulo de sangre por el cual la operaron hace un mes desapareció de su cabeza. Sin embargo, la Presidenta será monitoreada hasta mañana del corazón, para detectar la dimensión del bloqueo en la rama izquierda –una presunta arritmia– que le encontraron antes de intervenirla quirúrgicamente. El parte que firmaron los médicos de la Fundación Favaloro, que se difundió ayer, indica que del resultado de ese estudio depende el ritmo del regreso de la Presidenta a sus actividades habituales, que en principio será gradual, para evitar situaciones de estrés.
A la jefa de Estado le están practicando una prueba Holter de 48 horas. Se le colocó un grabador en la cintura, con electrodos que registran cada latido, para encontrar cualquier irregularidad en el funcionamiento cardiovascular. En un comunicado anterior, de hace diez días, los médicos habían asegurado que CFK no había sentido otra vez manifestaciones de una arritmia. Pero para cerciorarse si fue algo intermitente o es permanente, esperarán el resultado del test.
A la Presidenta le prohibieron volar por un mes. Y le anunciaron que tendrá que ser sometida a otra tomografía cuando se cumplan sesenta días de la cirugía, el 9 de diciembre. Además, en dos meses le practicarán una “prueba de movimiento oscilatorio corporal (Tilt Test)”, que sirve para evaluar su cuadro de hipotensión (que cada tanto le provoca lipotimias) y su corazón. Al principio, Cristina no leía los diarios ni miraba televisión. Pero ahora recibe al vicepresidente, Amado Boudou, y a algunos ministros. Seguirá atendiendo en la Quinta de Olivos, evitando los actos públicos. En la Casa Rosada aseguran que mañana o el martes podría difundirse una foto de ella, para demostrar que está bien. La Presidenta padece en forma intermitente un bloqueo de la rama izquierda del corazón, un trastorno que afecta la conducción eléctrica del músculo cardíaco, según el parte médico del 23 de octubre. Los encargados de monitorear de cerca el corazón presidencial son los especialistas de la Fundación Favaloro: los doctores Ramiro Sánchez, Francisco Klein y Oscar Mendiz. Ellos serán también quienes evaluarán los resultados del Holter.
El Tilt Test “es una prueba en la que el paciente debe permanecer quieto alrededor de 30 o 40 minutos en una camilla en la que primeramente se encuentra acostado y luego se la inclina hasta un ángulo de 70 grados, con la cabeza hacia arriba, y se monitorean el ritmo cardíaco y la presión arterial. Permite analizar diferentes tipos de comportamiento de estos parámetros en pacientes con sospecha de síncope vasovagal”, le explicó a PERFIL Jorge González Zuelgaray, jefe del Servicio de Arritmias y Electrofisiología del Sanatorio de la Trinidad San Isidro y presidente de la Arrhythmia Aliance Argentina