CEO energético reconfirma su poder de convocatoria. Esta vez, no hubo pantalla gigante con un videoclip sobre su vida; en aquella oportunidad, bien valía celebrar los 40 años con el historial profesional del actual CEO de Edenor. Esta vez, Alejandro Macfarlane sí priorizó un detalle que valora para él y sus amistades: la privacidad. Por eso eligió un espacio en San Telmo –reinaugurado hace un año y medio–, sin ventanas y hasta con una puerta de egreso por la calle trasera que igualmente ni los invitados más encumbrados pidieron utilizar. Adentro, un recorrido por las mesas –en las que todos se ubicaron como quisieron– daba cuenta del poder de convocatoria del anfitrión: banqueros, empresarios amigos y dos de los personajes que luego de estas elecciones –las de Capital y del domingo último– se han convertido en referentes de los porcentajes, estimaciones y pronósticos: Fabián Perechodnik y Sergio Berensztein, dos de los cuatro titulares de Poliarquía que, al menos, antes de los comicios, se convertían en centro de atracción en cuanta reunión social aparecían ya que la avidez por los números de los invitados los obligaban a ensayar previamente respuestas diplomáticas que conformaran a todos y, sobre todo, que no los perjudicaran. La gente a veces olvida que, por ciertos datos, muchas empresas y candidatos pagan honorarios interesantes como para que se conviertan en información de fácil obtención en cotilleo coctelero. Esta vez, por suerte para ellos, la mirada de muchos de los invitados estaba sobre Fernando de la Rúa e Inés Pertiné, grandes amigos del anfitrión y de su familia política. Esa misma tarde, el rumor del divorcio del matrimonio había recorrido algunos sitios de Internet y también programas de chimentos. Pero, sobrios de gestos por naturaleza, ni el ex presidente ni su esposa, dieron pistas de cualquier atisbo de crisis marital; incluso estuvieron acompañados por sus hijos Antonio y Aíto. Con el correr de la noche, el foco de atención se ubicó en el escenario cuando se subieron a zapar Jorge “Corcho” Rodríguez y Ernesto Gutiérrez, secundados por el propio Macfarlane con instrumento de percusión en mano. Entre los invitados estuvieron, por ejemplo, Augusto y Horacio Rodríguez Larreta con sus respectivas parejas, Cristian Colombo, Luis Betnaza, Guillermo Stanley, Cristiano Rattazzi, Marcos Gastaldi, Oscar Lescano, Gianfranco Macri, Alejandro Gravier, Papo Roca, Marcelo Open y Carlos Melconian.
Visita de Colombia. Que el mundo está en proceso de cambio –al menos temporalmente– es una realidad que día a día agrega nuevos capítulos. En este marco podríamos ubicar la visita del presidente de Colombia a la Argentina que, desde que impulsó el blindaje económico de la región ante la crisis de los mercados mundiales, por suerte su ADN conservador se ha convertido sólo en un detalle. En el desayuno que mantuvo con sólo una decena de empresarios en el Jockey Club, Juan Manuel Santos habló sobre la marcha de la economía colombiana y las facilidades de inversión que se le otorgán a las compañías y un detalle que “embelesa” a los popes industriales, la “seguridad jurídica”. También comentó que Venezuela es un socio muy importante con el cual se están reestableciendo las relaciones y es el comprador más importante de Colombia. Después, con algunos de los invitados volvió a cruzarse en el almuerzo que el Gobierno le organizó en el Museo del Bicentenario del que mucho se ha dado cuenta en todos los medios periodísticos. Lo que no se dijo, por ejemplo, es que enterado de la presencia de Andrea Del Boca, Santos pidió conocerla porque la actriz es conocida en su país por las telenovelas. Tampoco que en el Four Seasons tuvo un encuentro privado con Antonio de la Rúa. ¿Encargo de Shakira, quizá?
Y un día se fue a México. Mientras los “lilitos” siguen buscando el “piso histórico” eleccionario de su jefa –un dato que los develaba en el búnker el pasado domingo 14 a medida que se conocían los porcentajes–, Elisa Carrió partió a México en viaje “post traumático” para visitar a hijo mayor y su nuera. Se prevé su regreso recién para el 6 de septiembre. Su gente sigue de duelo y sin coraje para decir si esto marca el retiro de la política, al menos hasta que encuentre un nuevo envase para resurgir. Los políticos, todos, tienen esxperiencia en eso. Un colaborador de la Coalición hizo catársis en reciente reunión ante los comentarios socarrones de legisladores opositores: “Al menos Patricia (Bullrich) sacó mas votos que Carrió y además se bancó el corte de boletas de Pinedo; si hubiera sido la elección sería diputada. Carrió se fue al c... y ella se lo buscó; está endiablada y sabíamos que iba a terminar así.”
Pedíselo a Mauri. Es algo frecuente que aquellos que, por motivos diversos, se han quedado sin BlackBerry se quejen de que por restricciones a la importación de estos equipos están en una extensa y agónica lista de espera. Pero quizá, quien podría orientar a estos infortunados usuarios sea el ministro de Educación, Esteban Bullrich, y por qué no, hasta el mísmisimo Mauricio Macri, quien el 3 de julio –justo una semana antes de las elecciones porteñas– entregó 25 BlackBerry a los supervisores de escuelas privadas porteñas.
Hagan sus apuestas. De algún modo, Luis Barrionuevo podrá decir que tiene su propio casino. Así será si se cumple el anuncio que realizó hace pocos días durante una cena en Mar del Plata. El gastronómico quiere reconstruir el Sasso Casino porque, asegura, es uno de los tres establecimientos que tienen membresía oficial para funcionar como casa de juego en La Ciudad Feliz, junto al Casino Central y al Hermitage, que noche a noche echan a rodar la ruleta. Por eso Barrionuevo no oculta su entusiasmo, con la idea de poner en marcha su proyecto antes del verano justo en el predio que acaba de comprar el gremio, ubicado a pocos metros del Sasso, hotel que maneja el sindicato. De todos modos, la explotación del lugar,por lo que se supo, será privada.
¿Qué es una dieta? En un foro que mezcla hedonismo con charlas de coyuntura, la Academia Argentina de Gastronomía se reunió a mitad de semana y veintiún comensales disfrutaron de cuatro horas de placeres terrenales, aunque algunos, como Javier Negri, opinaban que eran celestiales. El sarao fue calificado por Rafael Oliveira César, Enrique Duhau y Handi Dodero como 10 puntos, calificación inusual en estos acontecimientos. Jorge Ortiz, en cambio, evaluó la noche con un correcto 8,8 puntos. El lugar elegido, que no está abierto aún al público, se llama CUK3 y no tiene ninguna referencia a la presidenta CFK, sino que pertenece a tres socios, entre los que se destaca Esteban Nofal, un amante de los vinos que ofreció brebajes variados. José Urtubey elogió un sauvignon blanc de Nueva Zelanda que, opinó, es diferente en todo sentido a los locales y los chilenos. Otros, como Ubaldo Aguirre, se sorprendieron con un espumante siciliano que se produce al pie del volcán Etna. Jorge Pereyra de Olazábal contaba su confianza del triunfo de la lista de Emilio Cárdenas en las elecciones del Jockey Club, mientras que Guillermo Michelson sostenía que el variado aperitivo (pato y frambuesa, higos y queso azul, almejas, pulpo y papines, atún, increíbles huevos rotos y una salchicha casera que tumbaba al más valiente), no había permitido disfrutar del menú principal. Patricio Kelly disfrutó del tartare de atún rojo y berenjenas. Y Javier Goñi, gran entendido en vinos, elogió el Hermitage del ’96. Carlos Pulenta comentaba la importancia de la compra de una bodega en California por parte de Alejandro Bulgheroni, quien ya tiene bodegas en Mendoza, Salta y en Garzón (Uruguay), donde también produce aceites de oliva premiados internacionalmente. El arquitecto Pablo Sánchez Elía, que está realizando en Key Biscayne una nueva obra, disfrutó de los postres cero dietéticos: volcán de dulce de leche, torta húmeda de chocolate, flan de arroz con leche. María Podestá le pedía a Ignacio Gutiérrez Zaldívar que contara su reciente viaje a Venecia, antes de disfrutar una botella de seis litros del Château Monbousquet 96 de Saint Emilion.
Gala lírica. A sala llena se presentó la ópera Carmen en Concierto en el salón Renacimiento del Museo Nacional de Arte Decorativo. Organizada por Alejandro Cordero para la Fundación Teatro Colón, la gala reunió a más de 300 personas, que disfrutaron de las interpretaciones de la mezzo Florencia Machado, la soprano Oriana Favaro, el tenor Fermín Prieto, el barítono Sebastián Angulegui, que estuvieron acompañados por Verónica Julio, Rocío Arbizu, Emanuel Esteban y Sebastián Sorarrain. Al piano, como es costumbre, el maestro Marcelo Ayub. Y entre los invitados en el Palacio Errázuriz, la embajadora de Estados Unidos, Vilma Socorro Martínez; el ex ministro de Defensa del menemismo Jorge Domínguez, Martín Cabrales, Lily Sielecki, Luis Ovsejevich, Renée Behar –recién llegada de San Pablo–, Alberto Roemmers, Magdalena Cordero y Mónica de Elizalde. Luego del concierto hubo un interesante cóctel, donde destacaban los ñoquis verdes, aunque para Gino Bogani –quien había prestado unos mantones de su colección para las cantantes– lo mejor fue la paella de mariscos. Mirtha Legrand estaba muy entusiasmada con la performance de los artistas y en un minidiscurso que ofreció, elogió el recital, especialmente teniendo en cuenta que la cita lírica debía haberse realizado hace dos semanas en la Embajada de Francia, pero debió ser postergada porque el dueño de casa tuvo que dedicarse a tiempo completo al crimen de las dos turistas francesas en la provincia de Salta.
Catarsis en el club. Como ocurrió en la mayoría de las tenidas gastronómicas de la semana, el análisis –con autocrítica incluida– de las elecciones internas del domingo pasado se coló entre plato y plato en el tradicional almuerzo del Grupo Progreso. Con la escritora e historiadora española Marysa Navarro como invitada principal, el convite sentó a la mesa a la embajadora Elsa Kelly, el constitucionalista Félix Loñ, el presidente del Club de la Unión Nacional Martín Schwab y Etchevarne, la escritora y biógrafa de Ernesto Sabato, Julia Constela, y el habitué José Bielicki.
A media marcha. La catarsis también hizo escala en el restaurante La Potota, de Costa Salguero, donde festejó su cumpleaños el histórico dirigente del peronismo Osvaldo Agosto –ex vocero José Ignacio Rucci–, que dispuso una interesante parrilada para unos sesenta referentes del justicialismo opositor. Los memoriosos recordaban que “Potota” era el apodo de la primera mujer de Juan Domingo Perón, Aurelia Tizón. Detalles como ese al margen, entre los que aprovecharon el encuentro para volcar sus análisis sobre los números aún calientes de las elecciones del último domingo fueron el ex “Señor 5” Hugo Anzorreguy, Carlos Campolongo y Graciela Camaño. Como para ser consecuentes con el duelo que se respiraba en esta rama del partido luego de las internas, el cumpleañero propuso que se cantara la Marcha Peronista, pero no completa, sino tan sólo sus tres primeras estrofas. El más afinado fue sin dudas Felipe Yofre, hermano del “Tata” y tangófilo de pura cepa. Se escucharon también bastantes denuncias de fraude, especialmente en la provincia de Santiago del Estero, tal como luego reflejaron distintos medios, y hubo también espacio para la autocrítica por el tipo de campaña desplegada para enfrentar al kirchnerismo. Como para hacer más amena la reunión, Agosto –que partirá en breve en plan de descanso a España– recordó que “a Menem tampoco lo quería nadie en el 95 y sacó el 50 por ciento, y Cristina lo apoyó entonces desde Santa Cruz; ahora ella ganó y Menem la ayudó en La Rioja, o sea que Menem y Cristina son un solo corazón”.
Atragantados. Y si de descargar tensión acumulada se trata, donde no podía faltar la bronca y cierta resignación era en las mesas de Lola, reducto que nuclea en Recoleta al peronismo opositor alineado con Eduardo Duhalde. Como para ilustrar el clima que se respiraba servía la ocurrente invitación de Mariano Caucino a incorporar una pastilla de cianuro al postre para quien lo deseara. Hubo una convocatoria nutrida pese a que las urnas aún estaban tibias y, tal como se había acordado previamente, no hubo invitado especial para dar más espacio al análisis de los comensales habituales. Pero además de la desazón por la performance de la oposición, hubo espacio para analizar el futuro inmediato. Alguno de los presentes se animó a elucubrar qué pasará, por ejemplo, en la relación entre Cristina Fernández de Kirchner y José Manuel de la Sota. Y aunque todos aceptaban que “el Gallego” suele ser pragmático, no todo depende de él: el cordobés fue uno de los que firmó la expulsión de la dama del bloque justicialista en el Senado en 1997, y ella no lo olvida.
Sueños pintados. La presentación de la subasta Soñar Sueños Pintados de Make a Wish promete importantes ventas, a juzgar por los 500 invitados que estuvieron en el vernissage de inauguración que se realizó en el Duhau. La curadora del evento es Cristina Kahllouf y la madrina, Mirtha Legrand.