Lo sufrieron los supermercados mayoristas y los chinos. También los distribuidores de bebidas. El Sindicato de Choferes de Camiones apeló al apriete para absorber afiliados de otros gremios y obtener mejoras laborales. Y la fórmula le dio resultado. Por eso ahora el gremio que lidera, en los hechos aunque no en los papeles, Pablo Moyano (hijo del líder de la CGT) la aplica también con las cementeras.
Con la premisa de que sus medidas de fuerza pueden parar el país, los sindicalistas al mando de Moyano Junior emprendieron esta vez una embestida cuyo objetivo es sofocar a las tres principales productoras de cemento portland del país. Con la consecuencia a corto plazo de desabastecer a la industria de la construcción de uno de sus insumos primarios.
El conflicto se agravó tanto que, tal como informó Perfil el domingo pasado, la Asociación de Fabricantes de Cementos Portland (AFCP) envió una carta al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, en la que solicitaba la intervención del Gobierno nacional ante la gravedad de los hechos.
Para leer la nota completa, ingesar a la Edición Impresa.