POLITICA
nardini, cascallares y menendez, del fpv

Los nuevos intendentes quieren limitar la reelección

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Dos de ellos desbancaron a históricos y emblemáticos barones del Conurbano. El otro se impuso en un distrito administrado por un kirchnerista ex massista. Son la nueva generación de intendentes del Frente para la Victoria que, junto con sus pares de Cambiemos, llegan para gobernar municipios con graves problemas en algunos casos, con desafíos importantes en otros. Dejaron fuera de carrera a Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Raúl Othacehé (Merlo) y Darío Giustozzi (Almirante Brown). Son Leonardo Nardini, Gustavo Menéndez y Mariano Cascallares. Los tres son jóvenes. Y harán su primera experiencia como jefes comunales.

Las historias que cuentan Nardini y Menéndez son similares. Cariglino y Othacehé gobernaron sus distritos por más de dos décadas. Ahora, la retirada, según retratan sus sucesores, es caótica. “Están haciendo un desguace del municipio. Quieren minar todas las posibilidades de que al próximo gobierno le vaya bien”, cuenta Menéndez. Nardini agrega: “Nos quieren detonar la gestión”. En los dos casos, denuncian los intendentes electos, antes de irse, Cariglino y Othacehé, aprobaron ordenanzas para aumentar el salario de los funcionarios y para pasar a planta permanente a personal político. Dicen, además, que están vaciando las dependencias municipales. “Cariglino se aumentó el sueldo de 56 mil pesos a 138 mil pesos mensuales, más que el presidente de la Nación. No vamos a permitir que nuestros funcionarios cobren tanto dinero”, precisó Nardini.

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Cascallares, quien enfrenta una situación diferente, dice que sus equipos técnicos ya se pusieron a trabajar con los funcionarios de Daniel Boletieri –el delfín de Giustozzi– en el presupuesto municipal. Y que tendrán como prioridad, entre otras cosas, la seguridad. “Hemos promovido que la policía municipal se implementara. Hoy hay 450 chicos de Almirante Brown recorriendo el distrito. También apuntamos a la infraestructura y a la salud”, dice.
En Merlo, las cosas son un poco más complejas, relata Menéndez. “En Merlo, el 65% de la población no tiene cloacas”, explica. Y relata lo difícil que fue ser opositor a Othacehé. “Te inventaban causas, destituían concejales, espiaban”, asegura. Agrega: “Y todos los partidos políticos lo blindaron siempre”.

Los tres coinciden en la necesidad de tener un buen vínculo con la gobernadora electa, María Eugenia Vidal, aunque sea de otro signo político. “Una gestión exitosa para Vidal será exitosa para los municipios, entonces será buena para Almirante Brown”, señala Cascallares. Menéndez asegura que ya habló con la flamante gobernadora y con intendentes electos de Cambiemos, como Ramiro Tagliaferro. Y Nardini recalca que hasta el gobernador Daniel Scioli hizo hincapié en la necesidad de una “transición ordenada”.

Cascallares, Nardini y Menéndez están de acuerdo con limitar la reelección de los intendentes, que hoy es indefinida. “Dos mandatos está muy bien”, afirma Cascallares. “Uno es muy poco para implementar políticas públicas que uno sueña, dos está muy bien”, sintetiza.
El diagnóstico de por qué el FpV perdió la provincia de Buenos Aires no es unánime. “La gente eligió otra cosa, como eligió en Malvinas, y yo soy respetuoso de la voluntad popular. Vidal anduvo por todos lados, la gente eligió una cara más fresca, y queremos que le vaya bien”, enfatiza Nardini.
Los tres intendentes electos son optimistas de cara al ballottage y sostienen que hay más movimiento en la militancia que en la primera vuelta. “En esta instancia se debate entre dos opciones para ver quién gobierna los próximos cuatro, ocho años. Y son dos modelos de país absolutamente distintos”, plantea Cascallares. “Scioli tiene algunas ventajas por sobre Macri”, cierra Menéndez.