"Hoy lo que hay que hacer es aportar a la tranquilidad y empezar de verdad el diálogo, porque la muerte de Fuentealba golpeó fuerte en los neuquinos. Espero que este hecho nos haga reflexionar a todos", dijo el prelado neuquino.
Monseñor Melani reiteró, además, su disposición a prestar la sede del obispado para que los gremios docentes y el gobierno de Jorge Sobisch puedan acordar una salida al conflicto, aunque aclaró que no participará de las negociaciones en carácter de mediador.
En tanto, monseñor Romanín expresó nuevamente su repudio "a toda forma de violencia" y reiteró la necesidad "urgente de encontrar espacios de diálogo en paz que den fin a los conflictos sociales". "¡No puede haber más muertes! Nada ni nadie puede justificar la muerte de una sola persona", subrayó el prelado santacruceño en un comunicado.
La mayoría de los colegios católicos y cristianos no cerraron hoy sus puertas para sumarse a las marchas de protesta de los gremios docentes, pero adhirieron a la jornada de duelo por la muerte deFuentealba con una "oración y reflexión sobre el valor de la vida, la justicia y la paz social".
"Esta es nuestra manera de comprometernos con esta lamentable situación (ocurrida en Neuquén)", explicó José María Del Corral, vocero de la Vicaría Episcopal de Educación porteña. Tanto los establecimientos educativos católicos como cristianos interrumpieron las clases a las 10 y a las 15 para reflexionar bajo la consigna "En esta Pascua, Carlos nos reúne".