Es la última treta del Congreso nacional. Los senadores encontraron una herramienta legal pero polémica para engrosar sus bolsillos. A los sueldos, los gastos de representación y el desarraigo –suma que cobran aquellos que viven a más de 100 kilómetros del Parlamento–, los integrantes de la Cámara alta le agregaron un plus de dinero en efectivo que perciben por los pasajes oficiales con los que cuentan cada mes para viajar al interior del país.
Según un informe de la Fundación Directorio Legislativo al que tuvo acceso Noticias, y elaborado en base a información oficial del Senado, los legisladores que este año cambiaron sus pasajes aéreos por dinero fresco embolsaron 97.280 pesos cada uno entre enero y octubre.
Cash en el aire. En total, cada senador cuenta con 20 pasajes aéreos mensuales, que equivalen a 240 por año, con excepción de los presidentes de bloque que por su investidura tienen un extra de boletos. Desde el año pasado hasta julio del 2011, cada pasaje tenía un valor de 444 pesos, pero desde ese momento el costo se incrementó a 550 pesos.
Según el informe, 34 de los 72 senadores de la Cámara alta canjearon la totalidad de sus boletos aéreos que tenían a disposición hasta octubre pasado. Si en lo que resta del año continúan con la misma práctica, los legisladores habrán incorporado 132.000 pesos a sus cuentas bancarias en todo el 2011.
La verdadera finalidad de los pasajes debería ser la de cubrir la necesidad de los legisladores de trasladarse a sus provincias, y no la de convertir esa herramienta en dinero extra. Según María Baron, directora ejecutiva de la Fundación Poder Legislativo, que realizó el informe, "se trata de una suerte de sobresueldo legal. Es legal porque la normativa de la Cámara lo permite, pero constituye una práctica al menos cuestionable".
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