POLITICA
encuesta de la Universidad de La Matanza

Los votantes católicos muestran autonomía con respecto a la Iglesia

La mayoría apoya leyes aprobadas en los últimos años que habían sido rechazadas por las autoridades eclesiásticas de la Argentina.

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“Tengo tanta autoridad como el Papa, el problema es que no tengo tanta gente que así lo crea.” La frase pertenece al cómico norteamericano George Carlin y sirve para pintar los resultados de una investigación realizada por la Universidad Nacional de La Matanza, que permite en tiempos de campaña electoral reflexionar sobre la falta de referentes de los argentinos.

El estudio, realizado entre 1.200 personas del área metropolitana, reveló que quienes se declaran creyentes adhieren en su gran mayoría a un grupo de leyes sancionadas entre 2010 y 2012:  matrimonio igualitario, paternidad alternativa, cambio de identidad sexual, cambio de género quirúrgico y muerte digna, y hasta acuerdan mayoritariamente con la legalización del aborto, aún en discusión, pese a que las autoridades eclesiásticas se pronunciaron una y otra vez en contra de esos cambios en materia de derechos civiles.

El trabajo es el resultado de un estudio diacrónico realizado por encuesta telefónica hecha en dos partes: en la primera quincena de diciembre de 2012 y en la segunda de marzo de 2013, cuando ya había asumido el papa Francisco. “En la última consulta aumentó la cantidad de argentinos creyentes en 6 por ciento y descendió el mismo porcentaje de no creyentes, lo que nos pareció lógico debido al poder reevangelizador de la poderosa presencia carismática del Papa argentino, pero lo que más nos llamó la atención fue que también aumentó la adhesión a leyes que la Iglesia históricamente condenó. Ese incremento se dio entre los creyentes y los no creyentes por igual”, explicó Raúl Aragón, director del Programa de Estudios de Opinión Pública.

No te creo nada. Uno de los aspectos más significativos de la investigación es que la gente parece no otorgarle autoridad moral a casi ningún referente. Ante la pregunta: ¿quién cree que puede opinar sobre estos temas?, la mayoría de las respuestas fueron “no sabe y ninguno” (en marzo sumaron el 41% y en diciembre el 52,2%), mientras que los líderes religiosos obtuvieron en marzo el 13,9%, los jueces y los educadores el 11,4% respectivamente, los trabajadores de la salud el 11,8% y los políticos, que sancionaron esas leyes, el 8,5%. Entre los católicos, la credibilidad en los eclesiásticos creció en nueve puntos entre diciembre y marzo, en plena ola religiosa fruto de la asunción del nuevo Papa, pero esa presunta confianza no se vio reflejada en la consulta sobre las leyes que el propio Bergoglio había rechazado. “Esto abre nuevas preguntas: ¿quién es la autoridad para los argentinos? Nosotros teníamos una prehipótesis que era que los católicos iban a rechazar esas leyes, pero no. Hasta las más polémicas, como la legalización del aborto, tuvieron índices de adhesión del 53,4% en marzo por parte de los católicos.

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“La adhesión a estas leyes tiene más que ver con la adecuación a prácticas y valores vigentes en la sociedad que con lo que pueden llegar a decir referentes de opinión”, explicó Aragón.

Se indagó también en la imagen de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Allí también se observan pocas diferencias entre católicos y no católicos (ver cuadro).

“Todo nos lleva a pensar que el altísimo grado de aceptación a estas medidas impulsadas por el kirchnerismo puede ser un factor para explicar que la calificación a la gestión K no caiga de los treinta puntos”, aclararon los investigadores en el informe. Aunque advirtieron que “no es el único” que explica la imagen presidencial.