La titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, encabezó hoy un simulacro de "juicio público" contra un grupo de periodistas por "traicionar al pueblo y silenciar el horror", y confió en que llegará el momento en que "pidan perdón", lo que fue duramente cuestionado por la oposición y referentes de la prensa. En su breve discurso de cierre, Bonafini también anticipó que se realizará un mecanismo similar con los jueces que tuvieron vínculos con la última dictadura militar.
"Traidores al pueblo de la Nación argentina", fue la simbólica condena por unanimidad de las Madres de Plaza de Mayo y el público -unas 300 personas- que se dictó contra los periodistas, por la supuesta colaboración que brindaron a los militares desde 1976.
Dentro del grupo de periodistas enjuiciados figuraban referentes como Mariano Grondona, Claudio Escribano, Máximo Gainza Castro, Mauro Viale, Samuel "Chiche" Gelblung, Bernardo Neustadt, Magdalena Ruiz Guiñazú, Vicente Massot y Joaquín Morales Solá. Durante el acto, caracterizado por un clima sereno, que se extendió por más de dos horas en la Plaza de Mayo, tres fiscales integrantes de la organización de las Madres y la "jueza" Bonafini escucharon el "testimonio" de periodistas como Pablo Llonto, Claudia Acuña y Carlos Rodríguez.
También se hizo presente el funcionario Consejo Federal de Comunicación Audiovisual Néstor Busso, quien aclaró que se presentó a "título personal" y no como parte del Gobierno nacional, que no tuvo otros representantes en el evento.
Los testigos citados aportaron material de diarios y revistas del período entre 1976 y 1983 en el que revelan cuál fue el papel de los periodistas acusados, y también presentaron audios que comenzarán a formar parte de un archivo que se realizará en la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, se informó.
"Estoy convencida de que en un tiempo no muy lejano habrá un juicio donde periodistas pidan perdón por la ignominia y la basura", lanzó Bonafini sobre el final del acto y los culpó por haber "traicionado al pueblo y silenciar el horror". La iniciativa de las Madres de Plaza de Mayo recibió una dura condena de referentes mediáticos y de gran parte del arco político opositor, que incluyó un pedido a la presidenta Cristina Fernández para que frene el enjuiciamiento de esta tarde.
Para el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fue una acción que "lo único que logrará es aumentar la escalada de enfrentamientos contra la prensa", al tiempo que rechazó los afiches que aparecieron en contra de periodistas en los últimos días.
Elisa Carrió, presidenta del bloque de diputados de la Coalición Cívica, también cargó duramente contra Bonafini y afirmó que "es el (Luis) D'Elía de hoy, sin credibilidad alguna en el país".
También hubo disidencia desde la agrupación de las Madres de Plaza de Mayo en Santa Fe, que cuestionó el "juicio ético" y acusó a Néstor Kirchner de "no haber ido nunca a la Plaza de Mayo a reclamar por los desaparecidos".