POLITICA

Luego de los anuncios, desestiman una mejora electoral del kirchnerismo

El oficialismo apunta a conquistar al voto moderado. Pero los encuestadores creen que la clase media, principal beneficiada por la rebaja del impuesto a las Ganancias, mantiene sin cambios su preferencia opositora.

GUITARREADA. Cristina Fernández recibió el jueves a autores y compositores miembros de SADAIC.
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En las tres semanas posteriores al revés que sufrió el oficialismo en las primarias del 11 de agosto, el discurso de la presidente Cristina Fernández de Kirchner fue cambiando de un tono beligerante a otro más moderado. Y paralelamente sumó anuncios económicos: la reapertura del canje de la deuda y, sobre todo, las rebajas en el impuesto a las Ganancias. Las opiniones de consultores de las principales encuestadoras sobre su posible impacto electoral varían, pero todas se alejan de cualquier esperanza oficialista de revertir el resultado en las elecciones de octubre.

Para Enrique Zuleta Puceiro, de OPSM, los primeros discursos de Cristina Kirchner tras las elecciones, más aguerridos buscaron "mantener al electorado más duro, porque necesitaba que no se le desgrane la tropa". "Y ahora –agrega–, se ha largado a buscar el centro". En un sentido similar, el consultor Federico González considera que “los primeros discursos eran la peor versión de la Presidenta de cara a la opinión pública, la Cristina que más exaspera y genera un impacto totalmente negativo. El cambio de actitud y las nuevas medidas de alguna manera muestran un mejor perfil y puede ser favorable para sus posibilidades electorales".

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¿Un cambio en el discurso y el anuncio de medidas económicas pueden tener incidencia real en el electorado? Mariel Fornoni (Management & Fit) dice a modo de primera evaluación que podría tener algún impacto efectivo, pero señala que se ha producido un quiebre en la confianza de la gente. "Cuando hay un quiebre de confianza, medidas aisladas y cambios de discursos no recomponen la situación. Hay poco tiempo para que el Gobierno pueda reconquistar o pueda volver a contar con la confianza de la gente", opina esta consultora.

Lo más concreto, fuera del cambio de discurso, fue la modificación del impuesto a las Ganancias. Sin embargo, según Zuleta, esta medida "puede implicar una suba en la evaluación de desempeño, pero eso no se va a trasladar al voto. Este anuncio pesa en los grandes centros urbanos, es decir, en zonas donde el voto antikirchnerista es sólido por otras razones".

Hugo Haime, de HH y Asociados, también sostiene que el anuncio alcanza a sectores que difícilmente voten al oficialismo. "Esto va dirigido a un sector de clase media y media alta, y ese sector tiene otros conflictos con el Gobierno, que tienen que ver más con su sistema de valores", afirma. Según González, de Gonzalez y Valladares Consultores, en este contexto, "tanto las actitudes personales de la Presidenta como las medidas de su gobierno, para un observador razonablemente avezado, no son más que reacciones ante hechos de infortunio, en este caso electoral".

"Hoy el 73% de la gente cree que la economía está mal encaminada. Estas son medidas que van apuntadas fundamentalmente a la clase media que es la que más tiene quebrada la confianza sobre lo que el Gobierno puede hacer”, afirma Fornoni sobre los últimos anuncios de la Presidenta. Desde su perspectiva, la tendencia electoral se va a mantener: “Venimos midiendo desde el mes de abril cuánta gente quiere que gane el kirchnerismo la elección a nivel nacional y cuánta no, y la gente que quiere que gane es un 25% o 26% y no se ha movido desde abril hasta ahora", concluye.