Majul citó fuentes cercanas a las personas que forman parte del círculo íntimo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y aseguró que después del llamado a indagatoria que realizó el juez Ariel Lijo por la causa Ciccone, en el gobierno están pensando seriamente en pedirle que se tome una licencia o que renuncie, hasta que termine el proceso judicial.
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El viernes pasado Boudou había anticipado que no iba a pedir licencia ni presentar la renuncia, y también había afirmado que se presentaría a declarar para tener la oportunidad de mostrar su inocencia.
Los dirigentes del círculo íntimo de la Presidenta que alientan el apartamiento de Boudou sostienen que su permanencia, a partir de ahora, le generará al gobierno un desgaste muy fuerte, y que si la mandataria lo sigue sosteniendo, mucha gente terminará pensando que ella sabía lo que el vicepresidente quería hacer con la imprenta, y la adjudicará una complicidad de la que hoy se duda.
Ni bien se conoció el llamado a indagatoria, desde lo más alto del gobierno se dio la orden de sostener y apoyar a Boudou, con el argumento de que se trata de una denuncia mediática y alentada por el Grupo Clarín y los periodistas críticos.
Sin embargo, para Luis Majul, son muchos los dirigentes del oficialismo, incluidos los que pretenden suceder a Cristina Fernández, los que piensan que después de la decisión de la justicia ya no tiene sentido sostenerlo políticamente.
