“Me preocupa y me ocupa”. Mauricio Macri sabe que la fiscalización será clave el domingo que viene. Según un estudio que maneja su comando de campaña hay un 15% de escuelas bonaerenses donde es muy complicado controlar.
Ante esto, se mandaron a imprimir cuatro padrones completos de la Provincia por el temor al robo de boletas, una práctica extendida en el conurbano bonaerense. Los dos municipios más complicados hoy para el macrismo son: Merlo, donde reina Raúl Othacehé, y Moreno.
“Hay dos momentos en los que estamos trabajando, uno es de 7 a 10, para que no haya falta de boletas, y otro es el recuento, que va a ser engorroso”, apunta uno de los encargados de la Provincia. En principio, el PRO le está ofreciendo unos $ 500 a los fiscales bonaerenses y $ 200 a los del interior del país.
La estrategia tiene otro componente: enviarán a distintos dirigentes a las escuelas más complicadas. Por caso, dos de las diputadas que más exposición suelen tener: Patricia Bullrich y Laura Alonso.
Ayer, en Lanús, junto a la postulante a la Gobernación María Eugenia Vidal y al candidato a intendente, Néstor Grindetti, Macri dijo que van a estar “muy atentos”. Y agregó ante más de mil fiscales: “No son tan vivos, vamos a controlar”. “No nos vamos a dejar chorear”, dijo Grindetti.