El candidato de PRO a jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, volvió a mostrarse desinteresado en reconstruir una alianza con el gobernador neuquino, Jorge Sobisch, al tiempo que restó importancia electoral a la alianza de Jorge Telerman con Elisa Carrió en la Capital.
"Ahora estoy abocado a la Ciudad de Buenos Aires", respondió cortante el titular de Compromiso para el Cambio (CpC) cuando se le preguntó si había posibilidad de un acercamiento con Sobisch, durante un acto en un centro de jubilados de La Boca adonde concurrió a definir su programa para los adultos mayores.
Macri expresó que la alianza que había urdido con el gobernador patagónico respondió al intento de "unir durante dos años el espacio opositor" para que "nos pusiéramos a trabajar juntos", sin embargo admitió que "hasta ahora no tuve éxito", por lo que se concentrará en la candidatura porteña.
El presidente de Boca agregó que "frente a un hecho tan triste" como el asesinato del maestro Carlos Fuentealba en Neuquén “se debe ser prudente, no avanzar en la política ni la politiquería, y respetar la institucionalidad" provincial, para que "Neuquén decida de quién es la responsabilidad".
Macri rechazó que sea adecuado definir a su ex aliado como un "muerto político": "Me parece que no puede usarse esa calificación tan fuerte", afirmó, y de inmediato reiteró su intención de dedicarse a difundir sus propuestas para acceder el gobierno de la Ciudad.
El candidato de PRO ratificó su estrategia de despegarse de cualquier costo político que pueda pagar su ex aliado de Neuquén por la muerte del maestro, y reiteró que subordina toda su política actual exclusivamente a los comicios de la ciudad de Buenos Aires.
Con esta orientación, Macri opinó que tras el anuncio de la fórmula integrada por Jorge Telerman y Enrique Olivera "nada cambió" en el panorama electoral porteño, porque ninguno de ellos encarna "ideas diferentes" para administrar la ciudad.
"Por un lado, están los que con buenas intenciones administraron en los últimos nueve años", en alusión a Telerman, que accedió al gobierno tras la destitución de Aníbal Ibarra, y a Enrique Olivera, quien gobernó la ciudad para completar el período que había iniciado Fernando de la Rúa.
Frente a ellos, Macri colocó a PRO como única expresión opositora, "con otro entusiasmo, otra convicción y otra homogeneidad, para resolver los problemas de los vecinos".
Sobre las encuestas que miden la adhesión de los votantes a los candidatos, Macri expresó que los números muestran que "la calle está con más ganas y más cerca de un cambio" político.
Macri salió en defensa del diputado de PRO Eugenio Burzaco, a quien varios dirigentes definieron como un asesor en el tema de seguridad del gobernador Sobisch en Neuquén, por lo que le cabría responsabilidades en los hechos que llevaron a la muerte del docente Carlos Fuentealba.
Ante una pregunta, el máximo referente del espacio de centroderecha afirmó que "no está definido" que Burzaco pudiera ser un funcionario de seguridad de un eventual gobierno porteño suyo. Macri lo definió como "un hombre importante que sabe de seguridad y se ha preparado en ese campo" y expresó que fue asesor de la provincia de Neuquén hasta el año 2005.
Sobre la elaboración de la lista de diputados porteños de PRO, afirmó que continuaba con "la idea de que haya un cupo importante para gente nueva que quiera participar".
Fuente: DyN