“El auto que iba a Mar del Plata a 20 kilómetros ahora aceleró a 40 kilómetros, vamos en la dirección correcta pero todavía no a la velocidad que deberíamos ir”. La metáfora que esboza uno de los hombres más cercanos al presidente Mauricio Macri permite pensar lo que será el plan oficial para los próximos dos años de gestión, de la que hoy se cumple la mitad del mandato.
En pocas palabras, el Gobierno se centrará en profundizar el modelo M pensando en una hipotética reelección en 2019 y apelará a cuatro ejes de gestión: bajar la pobreza bajo la creación de trabajo formal, sostener el plan de infraestructura, el sistema de créditos y la inversión en tecnología.
Estas serán las claves del retiro que prepara la Casa Rosada para la semana que viene en la residencia presidencial de Chapadmalal junto a todo el gabinete, cuando finalice la cumbre de la Organización Mundial de Comercio, que comienza hoy y se extenderá hasta el jueves.
Según explican fuentes oficiales, para Macri los primeros dos años de su mandato fueron la etapa del “orden” y ahora pretende ahondar sobre la marcha que trazó para su gobierno. “Los objetivos de los próximos dos años se basan en consolidar lo que se hizo en estos dos”, resume a PERFIL uno de los estrategas políticos del oficialismo.
En este marco, habrá cuatro ejes emblemáticos. En primer lugar, el jefe de Estado insistirá con reducir la pobreza bajo una obsesión que alcanza a todo su gabinete: generar trabajo formal. En segundo lugar, el plan de infraestructura, concentrado en los ministerios de Transporte e Interior. En este contexto, en el Gobierno pretenden poder inaugurar, al menos, tres obras grandes por mes hasta 2019. Trenes de carga, rutas y autopistas, viviendas, agua potable y cloacas están entre las prioridades que deben ejecutar los ministros Rogelio Frigerio y Guillermo Dietrich.
En tercer lugar, Macri apuesta al sistema de créditos. En particular, el boom de los hipotecarios, pero también personales y para pymes.
En cuarto lugar, la tecnología como una dimensión que alcanza al sector público, desde la digitalización de expedientes hasta el control online de obras, hasta el sistema educativo.
En lo meramente económico, además de la baja de la pobreza, el Presidente apuntará a disminuir el déficit fiscal, tendiente a cero, con las cuentas públicas equilibradas. “Lo ideal es que haya equilibrio primario al menos y que sólo quede déficit financiero, los intereses a pagar con tasas cada vez más bajas”, explican en la Casa Rosada. Como norte final, que la inflación alcance un dígito en 2019.
Frente al mar. De todo esto se hablará en el retiro que comenzará el jueves próximo y se extenderá hasta el sábado en el complejo de Chapadmalal. A diferencia de otras ocasiones, los ministros se sorprendieron cuando los vicejefes de Gabinete, y coordinadores de gestión, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, les informaron que no les tocará exponer ningún plan ni llevar sus Power Points. Eso sí, deberán tener listo el recorte del 20% de los gastos corrientes de estructura de sus carteras.
La puesta a punto de los bungalows y la residencia presidencial de Chapadmalal está a cargo del secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, quien trabaja en el armado del encuentro de dos noches del gabinete nacional. Ya el año pasado se refaccionó gran parte de las instalaciones, frente al mar, donde se alojarán los ministros.
De todas maneras, está planeado que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, sea uno de los oradores principales, donde plantee la visión del Gobierno en los próximos dos años. También habrá tiempo para la recreación, juegos de integración y, nuevamente, deberá compartir habitación la mayoría de los ministros.
El retiro del año pasado le dejó un grato recuerdo a muchos, como a Dietrich, quien saboreó un whisky con el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, hasta altas horas de la noche. Otros se divirtieron con el ping pong y hasta se desafiaron con el sapo.
Por su parte, el Presidente hablará de la “madurez” del “equipo” y buscará darle mística al encuentro con la idea de que será una administración que quedará en la historia por haber evitado, sostienen, la “chavización”. También, según pudo reconstruir este diario, intentará darles impulso a los ministros para que muestren “austeridad, sean humildes y den el ejemplo”.
En caso de que haya tiempo, Macri podrá volver a jugar un picadito de fútbol si el tiempo lo permite. La kinesióloga Leandra Protolongo, quien le realizó un intensivo tratamiento tres veces por semana, lo devolvió a las canchas de tenis, paddle, fútbol y, por supuesto, a los greens de golf. Por lo pronto, ayer el Presidente volvió a poner a prueba su rodilla y practicó en la cancha de 18 hoyos del exclusivo country cordobés Potrerillo de Larreta, en Alta Gracia, Córdoba.
Cuando termine el retiro, el próximo sábado Macri presentará, con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, el plan de descuentos y promociones para Mar del Plata. De hecho, Vidal tiene agendado su propio retiro en Chapadmalal con sus funcionarios. Macri aprovechará para mostrar que tiene “un equipo” que incluye a la Provincia. Quizás otra señal del futuro.