Al igual que a mitad de 2017, pero esta vez con una frondosa agenda de trabajo, Mauricio Macri recibió a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, en su casa de descanso, en el country Cumelén de Villa La Angostura. Además de la agenda provincial, el Presidente decidió invitar a la mandataria al Foro de Davos, la reunión de empresarios y líderes mundiales que se realiza en Suiza. La gobernadora prometió responder a la brevedad aunque no es muy adepta a los viajes internacionales: de hecho en dos años solo realizó dos, a Estados Unidos y a China. El jueves, Macri también había invitado al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien habría aceptado la invitación.
De todas maneras, en la reunión la gobernadora, que llevó a cuatro ministros de su gabinete, le planteó una serie de temas al Presidente sobre el futuro de su gestión.
Le presentó los números de la Provincia, en particular cómo se revirtió el déficit fiscal estructural y la baja gradual de impuestos distorsivos -como ingresos brutos- que arrancará desde este año. También hablaron de las obras de infraestructura: las catalogadas como A+. Entre otras, las hidráulicas, en el Río Salado y el Luján; las rutas y las guardias de hospitales.
Otro punto fue el avance en las reformas en seguridad y Justicia. La segunda fase de la reforma de la Bonaerense y el sistema penitenciario se colaron en la conversación. Vidal se cuidó de no reprocharle la falta, en algunos casos, de colaboración de Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad.
Otro tema fue el plan para la urbanización de villas para el que requerirá un crédito internacional de US$ 200 millones.
Para cada tema, Vidal llevó a uno de sus ministros. Para explicar los números estuvo Hernán Lacunza (Economía), quien por estos días hace cálculos con los gremios porlas paritarias. Sobre las obras públicas estuvo Roberto Gigante, quien trabajó en la Ciudad en el área de Hacienda durante los ocho años de mandato del líder del PRO. También participó uno de los “verdugos” del “Pata” Medina y Marcelo Balcedo: el ministro de Trabajo, Marcelo Villegas. Y estuvo, además, Federico Suárez, el flamante ministro de Asuntos Públicos que acompañó a Macri en el día a día de la Ciudad, tanto en su agenda como en el armado de sus discursos.
Para Vidal será el comienzo de sus vacaciones: la gobernadora se quedará poco más de una semana en una de las cabañas de Cumelén con sus tres hijos. La idea de viajar a Villa La Angostura se la había dado, a mediados del año pasado, Juliana Awada, la mujer del presidente. “Vos vení que yo arreglo todo”, le había expresado para convencerla de unas mini vacaciones de invierno que tomó la gobernadora con dos de sus hijos. Ahora no hubo que convencerla: Vidal eligió el lugar, en especial tras conocer la belleza de sus paisajes y las instalaciones.
Reunión con diputados
En su raid de reuniones, el presidente Mauricio Macri también recibió a un grupo de diputados nacionales de las provincias de Río Negro y de Neuquén. Con el contexto del lujoso complejo Cumelén, el jefe de Estado estuvo reunido con los diputados rionegrinos Sergio Wisky y Lorena Matzen. A ellos se sumaron dos diputados neuquinos: David Schlereth y Leandro López. Allí repasaron la agenda parlantaria en un clima distendido.
Wisky forma parte de los denominados “templarios”, un grupo de diputados que anima el jefe de asesores del presidente, José Torello, y que, intenta mantener una línea directa con la Casa Rosada sin pasar por la jefatura de bloque.