Unos 140 empleados afectados al programa Sueños Compartidos, de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, paralizaron las obras iniciadas en la capital misionera en reclamo de la cancelación de la deuda salarial que la entidad mantiene desde junio, en lo que ya se vuelve una situación común por los conflictos suscitados con obreros contratados en otras partes del país.
Los obreros afectados a las obras en esa provincia tomaron las 50 casas sin terminar para exigir el pago de las dos quincenas de junio, la primera de julio y el medio aguinaldo. De acuerdo con estimaciones de lanacion.com, por cada trabajador se adeudarían unos 10.000 pesos.
Según publicó ese portal, las construcciones comenzaron en 2009, y se trata de departamentos de 2 y 3 dormitorios, que integran un plan de construcción de viviendas en varios puntos de la provincia, con un costo total que rondaría unos 300 millones de pesos.
En ese contexto, el gobernador Maurice Closs asumió el compromiso de saldar la deuda con los trabajadores, mientras que las Madres aclararon que ya no tienen "nada que ver" con las obras en el barrio San Isidro, ubicado en el sur de la capital provincial.
Durante una rueda de prensa, el jefe de gabinete de Misiones, Sergio Escobar, anuncio que "la provincia se va a poner al día y les va a pagar a los trabajadores para salir al frente de esta situación". Para ello, las obras del programa de Madres de Plaza de Mayo, que era dirigido por Sergio Schoklender pasarán a estar a cargo del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA).
Escobar también confirmó la continuidad de los 142 trabajadores que, hasta ayer, formaban parte del programa dirigido por el ex apoderado de Madres. En las próximas horas se definiría la empresa privada que los contendrá en adelante.
No obstante, los empleados adelantaron que no acordarán con la nueva compañía hasta que reciban el telegrama de despidos de Sueños Compartidos.