Desde que Néstor Kirchner y Cristina Fernández ordenaron a la tropa descalificar, insultar, demonizar y ningunear a muchos medios y periodistas críticos, entre los que me encuentro, he vivido experiencias desopilantes, dignas de ser relatadas.
Una fue la compra masiva de la primera edición de El dueño por parte de hombrecitos grises que entraban a las grandes librerías y se llevaban entre 60 y 70 ejemplares juntos, con el objeto de “secar” la plaza y evitar el boca a boca, que, como todo el mundo sabe, es el mayor instrumento de difusión de un libro. Pagaban en efectivo y no dejaban rastro. Suponían que así neutralizarían el deseo original de muchos lectores de adquirirlo.
Como la maniobra fue rápidamente detectada por la editorial, pude advertir públicamente lo que estaban tratando de hacer. A partir de ese momento la venta de El dueño se disparó. Y hoy, a casi dos años de su publicación, todavía lo siguen pidiendo en librerías, supermercados y aeropuertos. Además, y a pesar de la sistemática campaña de desprestigio, las denuncias contenidas en El dueño continúan investigándose en la justicia federal.
La última experiencia desopilante me sucedió el viernes pasado, cuando, seguramente, debido a un involuntario error, un trabajador del diario Clarín reprodujo una tapa trucha, “intervenida” de Él y Ella. La nota era interesante. Hablaba sobre los libros más vendidos en la modalidad e-book. Y mencionaba a Él y Ella entre los más pedidos por los lectores juntos con otros clásicos y autores de prestigio, como Silvina Ocampo, José Saramago, Marcelo Cohen y Paul Auster.
Lo gracioso es que, en vez de reproducir la tapa original, cuya bajada dice: “Historia secreta de la muerte de Néstor Kirchner, la resurrección de Cristina Fernández, los nuevos negocios y el plan oculto para perpetuarse en el poder” alguien “bajó” de internet una “tapa intervenida”.
De verdad es graciosa. Al nombre del autor, Luis Majul, le agrega un enorme “Yo”. Y debajo de Él y Ella añade: “Repetida historia de que Néstor Kirchner era un monstruo y que Cristina lo sigue, solo para vender unos pocos libros más a la gilada antes de que se me pudra la onda”.
¿Cómo llegó esta tapa a la página 54 de Clarín? Es probable que algún trabajador del diario se haya “confundido” y tomado una de las tantas tapas adulteradas que aparecen en los buscadores de “imágenes” después de escribir las palabras Él y Ella y “tapa”.
Es posible, también, que ni él ni sus jefes se hayan detenido en el contenido porque, a primera vista, puede confundirse con la verdadera. Y pudo haber sucedido, como sucede en cualquier redacción, que ningún otro haya reparado en semejante confusión, hasta que apareció en la edición de papel a primera hora de la mañana.
El autor de la “intervención” es un tal Derek, uno de los tantos blogueros K que pululan por la red social. Derek no es brillante. Solo repite el pensamiento único con un lenguaje apropiado, oportuno para captar a su “tribu”.
Igual, no habría que dejar pasar con tanta liviandad el concepto “la gilada”. Quizá para Derek, como para muchos otros cibernautas K, el presunto enriquecimiento ilícito de Néstor y Cristina, su sobreseimiento en tiempo récord, la mafia de los medicamentos, la alianza del gobierno con la Barrick Gold y el intento de Ella de perpetuarse en el poder son anécdotas que solo consumen los giles y no denuncias serias que la Justicia debería investigar. La misma “gilada” a la que Fito Páez, por decirlo de alguna manera, le produce asco.
Derek, quizá, supone que le está haciendo un favor a Cristina Fernández, igual que muchos otros que “militan” por convicción o a cambio de dinero (o por ambos motivos a la vez).
Sin embargo, igual que el relator Víctor Hugo Morales cuando salió a insultarme horas antes de la salida de Él y Ella en vez de aclarar por qué recibe dinero del Estado y otras organizaciones sin entregar facturas a cambio, o Aníbal Fernández al pedir que no lo lean, lo único que hacen es promocionar cada vez más las investigaciones, y hacer que los lectores se interesen más en el texto. Se transforman en gerentes de marketing espontáneos, baratos y efectivos.
Aprovecho la oportunidad para aclarar, una vez más, que Él y Ella no es una mera denuncia contra Morales, sus inconsistencias profesionales y su brutal conversión al kirchnerismo acrítico. Además investiga las verdaderas razones de la sorpresiva muerte de Kirchner, las escenas inéditas de la brutal e interminable guerra entre el gobierno y el Grupo Clarín, cómo la presidenta apoyó a Hugo Moyano en su pelea contra Graciela Ocaña y el acuerdo secreto que esta administración impulsó para favorecer a una de las mineras más grandes del mundo.
También contiene pruebas documentales de cómo el jefe de la AFIP dio la orden de “romperle el culo” a quien esto escribe y al mismo tiempo altos funcionarios me reclamaron dinero a cambio de aliviar la acusación de la agencia de recaudación tributaria. Y revela el plan de Cristina Fernández para intentar su reelección más allá de 2015.
También aprovecho la oportunidad para agradecer a las decenas de gerentes de marketing conocidos o desconocidos que suponen que me están “matando” o “haciendo daño”. No hacen más que regalarme momentos de alegría, y al mismo tiempo me inyectan adrenalina y ganas de seguir laburando como lo vengo haciendo hasta ahora.
(*) Periodista, especial para Perfil.com.