La canciller Susana Malcorra coincidirá mañana con el papa Francisco en una cumbre del Programa Mundial de Alimentación de las Naciones Unidas. No hay una reunión bilateral prevista, pero no se descarta un encuentro informal durante el evento, indicaron a PERFIL fuentes de la cartera de Exteriores. Ocurre luego de que se confirme el rechazo del Vaticano a la oferta de asistencia argentina para el programa Scholas Ocurrentes, anticipada ayer por PERFIL.
La Cancillería ha buscado establecer un vínculo institucional y de bajo perfil con el Vaticano. El hombre clave en estos empeños es el embajador Rogelio Pfirter, uno de los diplomáticos argentinos de mayor trayectoria. Además, el funcionario Pfirter mantiene una estrecha relación de amistad con el ex arzobispo de Buenos Aires, desde que el clérigo fue su profesor de literatura en 1964 durante la cursada del secundario en el Colegio de la Inmaculada Concepción de Santa Fe. Según fuentes cercanas al diplomático, pese a las diferencias de la administración Cambiemos con el jefe máximo de la Iglesia Católica, comparten casi todas las semanas un desayuno.
A diferencia de lo que ocurre en el ambiente político, el diplomático ha mantenido fuera del foco público su vínculo personal. “Es ése justamente el rol de un diplomático, trabajar fuera del ojo público para obtener resultados que luego capitalizan las autoridades políticas”, explicó a PERFIL un funcionario al tanto del trabajo que realiza Pfirter en el Vaticano.
El primer acuerdo de la administración Cambiemos con Scholas había sido gestionado por Cancillería. El 29 de mayo pasado se firmó un convenio entre la institución y la dirección argentina de Cascos Blancos. El objetivo, se dijo entonces, era “asistir a refugiados del conflicto sirio en territorio libanés” y “encontrar soluciones concretas a las problemáticas planteadas en los campos de refugiados”. Unos días después se conoció la intención de sumar un aporte de más de 16 millones de pesos. Fue la donación que el Papa rechazó por excesiva y que terminó por desatar la polémica.
Más allá de un posible encuentro con Francisco, la visita de Malcorra a Roma será un nuevo contacto de la ministra con la institución que aspira a dirigir en reemplazo del secretario general Ban ki-Moon. De hecho, el Programa Mundial de Alimentos fue la primera institución internacional en la que trabajó la canciller tras decidir dar un giro en su carrera que hasta ese año (2004) había estado dedicada al sector privado.
Para llegar a tiempo a las actividades que se iniciarán mañana a la mañana, Malcorra tomó ayer un vuelo y se esperaba que llegara esta mañana a Roma.
Desde allí, la canciller partirá a Washington, donde se realizará una reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para debatir la situación de Venezuela.
En este caso, la estrategia argentina es buscar una mediación entre las partes. El martes, Malcorra firmó un comunicado con sus pares del Mercosur. Pidió el fin de las agresiones a opositores y una mesa de diálogo.