Hoy se cumplieron 23 días de la huelga de hambre de la periodista Marcela Pacheco y, aunque no sabe cuántos kilos disminuyó, basta un recorrido rápido por su figura para notar el impacto de la medida de fuerza en su cuerpo. Su delgadez contrasta con su característica verborragia: habla, dice malas palabras, cuestiona al Gobierno pero también a los medios, todo casi con el mismo énfasis y desparpajo que los que tenía cuando era la cara televisiva en la medianoche de Canal 7 durante la gestión de Néstor Kirchner.
“Me siento fuerte. La alegría interna de poder hablar me ha saneado en otros sentidos”, dice. Y confiesa que va a terminar su ayuno, y que gracias al acompañamiento que sintió de varios colegas que luchan “desde las bases”, se acuesta y levanta "sonriente, aunque esté así de flaquita”.
Pacheco se siente contenida después de haberse sentido "muy triste", confiesa, hasta el punto de haber pensado en matarse, según lo confesó hace unas semanas a Perfil.com.
“Algunos colegas de medios oficialistas me terminaron diciendo que soy funcional al grupo (Clarín), y es lo que nos pasa a todos los que nos quedamos sin espacio, porque si no seguís los pasos del poder de turno no podés existir en ninguna parte", cuestionó la periodista en una conferencia de prensa que brindó en el Hotel Bauen, junto a periodistas de la Naranja de Prensa.
“Nunca me adapté al mandato, creo en el mandato de la conciencia y en el enriquecimiento del intercambio de pareceres entre unos y otros”, señaló. Al tiempo que volvió a reclamar su puesto de trabajo en Canal 7, donde no le renovaron el contrato y quedó sin trabajo desde 2006 por criticar al Gobierno nacional al aire.
“Yo reclamo al oficialismo romper con el infesto negocio de lo comunicacional, y que me habiliten un espacio aunque sea de media hora en el canal del Estado”, dijo la excompañera de Adolfo Castelo.
Y contó que su huelga de hambre termina hoy, pero que seguirá luchando por su puesto de trabajo y por la libertad de expresión en una radio abierta que realizará junto a varios colegas en la pirámide de Plaza de Mayo, todos los martes a las 12.
“No necesitamos una ley de medios que nos diga que está mal que tomemos por objeto a una persona, seguimos esperando de la Presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) una respuesta”, dijo, antes de terminar apurada la conferencia. “¿Ya está? ¡Vamos a comer sanguchitos!”, dijo entre risas al final.
La Naranja de Prensa informó que le envió a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner una carta para reclamar la reincorporación de la periodista en el canal del Estado.
